Por Inmaculada Sanz
MADRID (Reuters) - Los socialistas españoles decidirán el domingo si facilitan la investidura del conservador Mariano Rajoy como presidente del Gobierno la próxima semana, lo que permitiría poner fin a diez meses de parálisis política en España.
En un comité federal que evidenció la fractura abierta en el partido por este tema, alrededor de una cuarta parte de los 219 miembros reunidos ex profeso en Madrid pidieron la palabra en un encuentro en el que se votarán dos resoluciones, una a favor y otra en contra de permitir un segundo mandato del Partido Popular.
"A nadie se le oculta que no es una decisión fácil, pero tampoco contemplamos el ejercicio de la responsabilidad política, en esta coyuntura ciertamente excepcional, como una carga que nos resulte ajena", señala el documento presentado por la europarlamentaria Elena Valenciano.
Esa misma postura es la que han venido defendiendo los responsables de la gestora provisional, que consideran una abstención como un "mal menor" frente a una posible debacle en una eventual nueva cita con las urnas en diciembre.
En caso de triunfar el apoyo a la abstención, la opción preferida por la gestora es que los 84 diputados del Grupo Parlamentario Socialista sigan la disciplina de voto y se abstengan en la segunda votación de la sesión de investidura que tendrá lugar previsiblemente el próximo sábado, apenas dos días antes de cumplirse el plazo para convocar nuevos comicios.
"Debemos buscar no hacernos más daño y buscar fórmulas que permitan no fracturar el partido y que evidencien que en caso de que saliera la abstención ese aval sea el mínimo posible", dijo el socialista Patxi López, contrario a la abstención, a su llegada a un encuentro al que no acudió el dimitido líder socialista Pedro Sánchez.
No está claro, sin embargo, que todos vayan a acatar la decisión en el Congreso, puesto que varios diputados, encabezados por los siete socialistas catalanes, han afirmado que seguirán defendiendo el "no" a Rajoy que el PSOE ha abanderado en el último año, lo que evidenciaría aún más la ruptura interna del partido.
"Abstenernos hipotecaría nuestra posición política (..) No queremos aparecer a su lado ni siquiera absteniéndonos", dijo el líder socialista catalán, Miquel Iceta, en una mañana lluviosa ante la sede socialista en Madrid, en la que una decena de personas defendían el "no es no" a Rajoy.
UN GOBIERNO EN MINORÍA
El esperado cambio en la posición del PSOE pondrá fin a 10 meses de interinidad del Gobierno español después de dos elecciones generales -ganadas por el Partido Popular pero sin mayoría absoluta- y dos investiduras fallidas, de Sánchez en marzo y Rajoy en septiembre.
La histórica abstención ante el candidato del partido con el que el PSOE se ha alternado en el poder los últimos 40 años permitiría a Rajoy presidir un Gobierno en minoría abocado al diálogo y con dificultades para acabar la legislatura.
Pese a que se acabe inclinando por permitir la investidura, la dirección del PSOE asegura que en ningún caso secundará unos presupuestos con recortes por al menos 5.000 millones de euros, lo que podría poner en peligro la gobernabilidad.
Una vez quede aclarada la posición del PSOE, el rey Felipe VI recibirá lunes y martes a los representantes de los partidos para proponer un candidato a la presidencia, casi en el límite del plazo para formar gobierno antes de final de mes.