MADRID (Reuters) - El primer intento de los partidos de izquierdas por acordar un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy se saldó el lunes sin avances, aunque sirvió para que los socialistas desbloquearan la vía de negociación con Podemos más de dos meses después de las elecciones.
La reunión que mantuvieron los equipos negociadores de PSOE, Podemos y sus confluencias, Compromís e Izquierda Unida en el Congreso para explorar posibles acuerdos de Gobierno sirvió para emplazarse a un nuevo encuentro el martes por la tarde tras constatar "muchas sintonías programáticas".
Pese al interés generado por la cita, que se alargó hasta pasadas las nueve de la noche tras casi cinco horas de encuentro, parte de la atención se vio desviada a lo largo de la tarde a una reunión mantenida al mismo tiempo entre el líder socialista, Pedro Sánchez, y el de Ciudadanos (C's), Albert Rivera.
Este encuentro, sólo confirmado desde C's, se celebró hacia las seis de la tarde y duró alrededor de una hora. El hecho de que no fuera ni anunciado ni publicitado por sus respectivos partidos disparó las especulaciones de un posible acuerdo entre ambos, más aún cuando Rivera había convocado para el martes por la mañana una rueda de prensa en el Congreso.
Además, uno de los principales negociadores socialistas, José Enrique Serrano, no acudió a la cita con las izquierdas y mantuvo también esta tarde una reunión con los representantes de Rivera, que esta mañana había dicho que no descartaba entrar en un Gobierno del PSOE.
El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, se limitó a decir que había habido "avances" en las conversaciones que estaban manteniendo con C's, y que en los próximos días habría anuncios de acuerdos no sólo con los liberales de Rivera, sino con el resto de fuerzas con las que estaban negociando.
PSOE QUIERE "TRANSVERSALIDAD"
Hernando rebajó además el optimismo que habían mostrado los portavoces del resto de las fuerzas de izquierdas al término de la reunión, subrayando que ni aunque se pusieran de acuerdo las cuatro se seguirían necesitando apoyos externos.
"161 no suman y no habrá cambio. El cambio sólo es posible desde la transversalidad", dijo el portavoz socialista, reiterando que su partido no quería contar ni con las abstenciones de los independentistas catalanes, pese a que esas son las cuentas que hace Podemos para que Sánchez pueda gobernar.
"Hemos pactado la agenda, el índice. No se han abordado temas", añadió Hernando, que en su comparecencia ante los medios rondando las once de la noche no dio señales de que el PSOE hubiera superado la desconfianza hacia Podemos, que insistió en que el único camino alternativo al Partido Popular era un Ejecutivo de coalición de izquierdas.
La cita no sirvió por el momento para acercar posiciones en temas clave como el referéndum en Cataluña que quiere Podemos o sobre políticas económicas que el PSOE considera irreales e inviables, aunque permitió agendar para el martes la primera reunión bilateral entre ambos partidos desde las elecciones.
Sánchez se presentará el próximo jueves a una primera votación de investidura, y si no supera ni esa ni otra 48 horas después, el 3 de mayo finalizaría el plazo de dos meses para una eventual disolución de las Cortes y la posterior convocatoria de nuevas elecciones a finales de junio.