MADRID (Reuters) - El PSOE ratificará el sábado como secretario general a Pedro Sánchez, un político poco conocido hasta que los militantes socialistas le dieron la victoria en unas primarias históricas con las que el principal partido de la oposición emprendió su renovación con el objetivo de recuperar la confianza del electorado.
Además de a Sánchez, los más de 3.000 delegados y militantes que participan este fin de semana en un congreso extraordinario en Madrid votarán a la Ejecutiva que sentará las bases para elegir al candidato a las elecciones generales de 2015.
"Es un congreso de unidad y regeneración, progreso y cambio para España", dijo Sánchez a su llegada al congreso, que lleva el lema "Cambiando... cambiando el PSOE, cambiando España".El secretario general, que era prácticamente un desconocido para la opinión pública hasta que anunció su candidatura a sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba hace menos de dos meses, no ha dicho aún si aspirará a ser el candidato socialista a las generales, que se escogerá también en primarias.
Tras haber ido perdiendo votos de forma sostenida desde 2011, cuando cedieron el poder a un Partido Popular que ganó con mayoría absoluta, los socialistas se vieron abocados a un cambio de dirección a raíz de los malos resultados de los comicios europeos del pasado mayo, cuando perdieron 2,5 millones de votos frente a las elecciones de 2009.
En la nueva dirección socialista, se integrará la exministra de Defensa Carme Chacón, que también apostó por la regeneración del partido tras el varapalo de las elecciones europeas.
"Es evidente que es un momento cuesta arriba del partido socialista, es un momento cuesta arriba del país, y hay que arrimar el hombro, y tengo ganas de arrimar el hombro, tengo ganas de ayudar, y tengo ganas de que el partido socialista vuelva a representar los anhelos de la gente que nos necesita y nos quiere fuertes", dijo Chacón en declaraciones recogidas por RNE.
UNA EJECUTIVA RENOVADA
El diputado madrileño, de 42 años, escogió al desconocido político riojano César Luena como secretario de organización, cargo desde el que ejercerá como número dos del partido, y la exconsejera de Igualdad andaluza Micaela Navarro se vislumbra como la nueva presidenta federal.
De esta manera, la federación andaluza que aupó a Sánchez en las primarias de hace dos semanas ocupará un lugar destacado en la nueva dirección socialista, en la que el secretario general quería contar con la presidenta andaluza Susana Díaz.
Tras retirarse de la competición por la secretaría general del PSOE, Díaz se volcó con Sánchez en la pugna con el diputado vasco Eduardo Madina y el exparlamentario y profesor de Filosofía José Antonio Pérez Tapias.
Entre las propuestas de Sánchez para el partido figuran abordar una reforma constitucional que alumbre una España federal en la que tenga cabida Cataluña -es contrario a la consulta soberanista convocada para noviembre-, endurecer las penas por corrupción, limitar los mandatos políticos a dos legislaturas, derogar la reforma laboral y emprender una nueva reforma fiscal.
La primera cita del máximo dirigente socialista será el próximo lunes con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que le ofrecerá un acuerdo en "grandes temas de Estado", según adelantó el viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El bipartidismo PP-PSOE perdió terreno en las europeas de mayo ante grupos minoritarios de izquierdas como Podemos, que se llevaron millones de votos de una ciudadanía descontenta con los recortes sociales emprendidos desde el poder desde que en 2008 surgiera una dura recesión de la que España comienza ahora a recuperarse tímidamente.
Sánchez y su nueva ejecutiva tienen ahora por delante poco más de un año para recuperar votos en un momento en el que parte de la ciudadanía parece no identificar al partido con políticas de izquierdas.
"Si el PSOE no es capaz de reconectar con sus votantes de izquierda y al mismo tiempo presentarse como una alternativa real de gobierno, es probable que el partido obtenga unos pobres resultados en los comicios venideros", dijo a Reuters el analista Antonio Barroso, de Teneo Intelligence.