Por Elena Rodriguez y Ingrid Melander
MADRID (Reuters) - El PSOE ha revalidado su reciente triunfo en las elecciones generales españolas al ganar los comicios europeos y los locales, pero el resultado confirma un escenario político muy fragmentado donde se necesitan complicados pactos para gobernar.
Tras ganar las pasadas elecciones generales en abril sin una mayoría absoluta, Sánchez esperaba que los resultados del domingo reforzaran su posición negociadora para formar Gobierno, ya que necesita que varios partidos minoritarios respalden su investidura.
Pero el resultado en las elecciones locales muestra el frágil equilibrio de poder de los partidos, con el bloque de izquierdas perdiendo la alcaldía de Madrid y Barcelona sumida en un escenario ingobernable.
El PP, que había recortado a la mitad sus apoyos en las elecciones generales, lidera el bloque de la derecha en Madrid, tanto en la ciudad como en la región, donde podrá gobernar con la ayuda de Ciudadanos -el partido de centro-derecha- y Vox, de extrema derecha, reeditando el pacto en Andalucía.
“En aquellas administraciones en las que la primera fuerza política, que va a ser el partido socialista, no pueda gobernar, será porque la derecha, del PP y Ciudadanos, pacta con la ultraderecha", recordó el presidente en funciones Pedro Sánchez en una rueda de prensa.
Sánchez abre una puerta a negociar en municipios y regiones con otras formaciones que no sean Podemos, su principal socio para conservar el Gobierno de la nación.
El resultado para las comunidades autónomas -se celebraban elecciones en 12 regiones- ha mejorado la cuota de poder de los socialistas pero no lo suficiente como para lograr mayorías absolutas en plazas clave como Madrid.
"Apelo a la responsabilidad de los líderes políticos nacionales para no dejar en manos de la ultraderecha la estabilidad de gobiernos municipales y autonómicos", dijo Sánchez.
El resultado ofrece una imagen más mixta que las elecciones del 28 de abril, en opinión del Profesor de Ciencias Políticas Pablo Simón, que cree que los socialistas pueden estar felices con sus triunfos aunque el resultado da oxígeno al PP, y deja a Ciudadanos lejos de consolidar su reclamo de ser el principal partido de la oposición.
LIDERAZGO EN EUROPA
Los socialistas ganaron con rotundidad en el Parlamento Europeo, donde han pasado de 14 eurodiputados a 20 y se convierten así en la primera delegación de un país en el grupo socialdemócrata y aspirarán a tener algún alto cargo en las instituciones.
"España va a luchar para tener una posición acorde con nuestro nuevo peso en Europa", dijo una fuente gubernamental a Reuters ante lo que promete ser una dura batalla por uno de los cinco puestos más relevantes en las Instituciones Europeas.
España lleva mucho tiempo por debajo de su peso real en Bruselas, lastrada por la crisis económica y por un mayor enfoque en los asuntos internos, aunque ve una oportunidad de reequilibrar esta situación, gracias a su crecimiento económico, combinado con el efecto del Brexit y la situación de Italia.
Es probable que Madrid aspire al puesto de Alto Representante de la UE y a una vicepresidencia en la Comisión Europea, dijeron fuentes gubernamentales en los últimos días.
Los líderes independentistas catalanes Carles Puigdemont y Oriol Junqueras obtuvieron escaños en la UE, pero con dudas sobre si pueden convertirse en eurodiputados.
Puigdemont vive en un exilio autoimpuesto en Bélgica y tiene una orden de arresto en España por su papel en la declaración de independencia en Cataluña en 2017. Si regresa a España para aceptar el acta de eurodiputado podría ser arrestado.
Junqueras está en prisión preventiva por el juicio del "procés" y ya tiene un escaño como diputado en las Cortes españolas aunque está suspendido por su condición de prisionero.
Vox, el partido de extrema derecha, solo obtuvo tres eurodiputados.
(Escrito por Belén Carreño)