Por Lisa Jucca
MILÁN, 28 sep (Reuters Breakingviews) - Los votantes suizos han elegido poner la estabilidad económica en primer lugar. Al rechazar una propuesta para frenar la inmigración procedente de la Unión Europea, el país alpino evitó el domingo un enfrentamiento que podría haber aflojado los lazos con su mayor socio comercial. Mientras las negociaciones con Reino Unido sobre un acuerdo comercial post-Brexit entran en sus últimas semanas, Bruselas ha demostrado que las tácticas de mano dura pueden ayudar a influir incluso en los socios más reacios.
Cerca del 62% de los votantes rechazaron el domingo un plan para poner fin a la libre circulación de personas entre Suiza y la UE. Este resultado revocó el de otra votación de 2014 que apoyó la introducción de cuotas de trabajadores del bloque. La decisión protege un acuerdo que, según la federación empresarial Economiesuisse, aporta al año 14.000 millones de francos suizos (15.000 millones de dólares) a la economía.
El resultado permite al Gobierno suizo reanudar las conversaciones con Bruselas sobre un acuerdo para simplificar su relación con el bloque y ampliar su acceso al mercado común. Berna había tratado de negociar anteriormente algunas excepciones al principio de libre circulación para proteger los salarios locales, pero el ejecutivo de la UE vinculó firmemente cualquier acuerdo a la libre circulación de sus ciudadanos. En una demostración de fuerza, la Comisión Europea despojó de su reconocimiento oficial en julio de 2019 al mercado de valores de Zúrich, prohibiendo en la práctica a los inversores de la UE comprar y vender en las bolsas suizas.
La pandemia de COVID-19 ha movido a los votantes a poner por encima de todo las principales prioridades económicas. La aprobación de la propuesta antiinmigración habría obligado al Gobierno suizo en Berna a renunciar a seis acuerdos bilaterales con la UE que están ligados al acuerdo de libre circulación. Entre ellos figura un pacto sobre normas técnicas que permite a las empresas suizas vender muchos productos certificados en la UE sin necesidad de realizar mayores trámites o pruebas. La falta de reciprocidad en esta y otras esferas podría haber afectado al comercio suizo con la UE, que es el destino de más de la mitad de las exportaciones del país.
El brote de pragmatismo en Suiza sin duda debe mucho a los intentos cada vez más enrevesados de Reino Unido de llevar a cabo su decisión de abandonar la UE. Más de cuatro años después del referéndum sobre el Brexit, Reino Unido aún tiene dificultades para sortear numerosas contrapartidas económicas y jurídicas de la decisión, pudiendo aún salir del bloque sin un acuerdo comercial. Los suizos han elegido un camino menos conflictivo. En Bruselas, esto se interpretará como una señal para mantenerse firmes.
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- La autora es columnista de Reuters Breakingviews. Las opiniones vertidas en esta columna son responsabilidad exclusiva de su autora
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(Editado por Peter Thal Larsen y Karen Kwok; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)