Por Sabela Ojea
MADRID (Reuters) - El Tribunal Supremo español decide desde este viernes si mantiene la polémica condena por abuso sexual impuesta a los cinco miembros de un grupo autodenominado "La Manada", que había sido acusado de la violación grupal de una joven en los Sanfermines de 2016 en Pamplona.
Este controvertido caso que desencadenó protestas en toda España y llamamientos para revisar el Código Penal llega así al fin de su recorrido judicial.
Tanto la víctima, que entonces tenía 18 años, como los procesados apelaron ante el alto tribunal después de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) confirmase la condena de 9 años de prisión dictada por la Audiencia Provincial.
La Fiscalía dice que el asalto de madrugada en el portal de un edificio de Pamplona durante los Sanfermines fue violación y exige al Supremo condenas de 18 años de cárcel para cada uno de los acusados.
Fragmentos de vídeo en los teléfonos móviles de los acusados que fueron filmados en la escena fueron usados como pruebas en el juicio, junto con restos biológicos. Los hombres, entre ellos un exmilitar y un exagente de la Guardia Civil, habían compartido los vídeos del asalto en un grupo de WhatsApp y bromearon sobre los hechos poco después.
La joven fue encontrada llorando en un banco por una pareja que llamó a la policía cuando dijo que había sido agredida sexualmente. Esta declaró ante la policía y dio una descripción de los cinco hombres, que luego fueron arrestados.
El TSJN dijo no haber encontrado elementos ni de violencia ni de intimidación, necesarios según la legislación española para aplicar el tipo penal de violación a los acusados, y mantuvo la apreciación de la Audiencia de Navarra de que hubo un delito continuado de abuso sexual con "prevalimiento" o superioridad.
Mientras que la defensa de los acusados alega que hubo sexo consentido, los abogados de la víctima sostienen que fue violada y que no presentó resistencia por el estado de shock y miedo que experimentó durante el asalto.
PROTESTAS
La sentencia del caso "La Manada" desató protestas masivas y generalizadas, coincidiendo con un resurgir feminista en todo el país. Miles de personas, mayoritariamente mujeres, salieron a la caña con pancartas que rezaban "No es abuso, es violación" y entonando cánticos como "hermana, yo sí te creo" o "sola o borracha, quiero llegar a casa". Las movilizaciones tuvieron una transcendencia similar a la del movimiento "#MeToo" para denunciar los casos de acoso sexual en Estados Unidos.
"Esperamos que la sentencia final reconozca que fue un delito de violación y no de abuso sexual", dijo Marisa Soleto, directora Fundación Mujeres, una ONG que trabaja en proyectos para la igualdad real de género.
"Existe un consenso social para cambiar la ley y el sistema judicial español debe reaccionar ante esa preocupación... demostrando que sabe lo que son los delitos contra la libertad sexual de las mujeres", añadió Soleto.
Los acusados fueron puestos en libertad durante el proceso de apelación porque la legislación española no permite prolongar más allá de dos años la prisión provisional sin una sentencia firme, circunstancia que avivó las protestas pidiendo un mayor castigo para los delitos de agresión sexual.
Cuatro de los acusados se enfrentan también a penas de siete años de cárcel en otro caso por presuntos delitos de abuso sexual contra una joven en Pozoblanco, Córdoba, cometidos dos meses antes, una causa que fue abierta a raíz de otro vídeo descubierto por la investigación en Pamplona.
Los encierros de los Sanfermines atraen cada año a cientos de personas que corren por las angostas calles de Pamplona, vestidos de blanco y ataviados con pañuelos rojos, delante de toros bravos que son lidiados por la tarde en la plaza de la ciudad.
Los festejos, también famosos por el elevado consumo de alcohol, reciben cientos de miles de turistas de todo el mundo.
(Escrito por Sabela Ojea e Ingrid Melander, editado en español por Jose Elías Rodríguez)