Por Brian Homewood
BERNA Suiza (Reuters) - El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS, por sus siglas en francés) ratificó el jueves la sanción de cuatro meses al futbolista uruguayo Luis Suárez por morder al defensa italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil, pero le autorizó a entrenar con su nuevo club, el Barcelona.
El TAS también dijo en un comunicado que ha eliminado la cláusula que prohibía al jugador de 27 años participar "en cualquier actividad relacionada con el fútbol", tras la apelación de la Federación Uruguaya de Fútbol en nombre de Suárez.
El delantero del Barcelona va a seguir sin poder jugar en partidos oficiales durante el periodo de cuatro meses, y se mantiene la sanción de nueve partidos internacionales tras el polémico incidente del pasado 24 de junio en un encuentro que Uruguay ganó por 1-0.
Sin embargo, podrá participar en encuentros amistosos tanto con su club como con la selección uruguaya, dijo a Reuters un portavoz de la FIFA. Esto le permitiría participar en el torneo Joan Gamper, en el que el Barcelona se enfrenta el lunes al León de México.
"(El TAS) ha considerado, sin embargo, que la prohibición de acudir a estadios y la prohibición de 'cualquier actividad relacionada con el fútbol' eran excesivas, dado que tales medidas no son adecuadas para sancionar la ofensa cometida por el jugador y tendrían un impacto sobre su actividad después del final de la sanción", dijo el tribunal en un comunicado.
El Barcelona dijo que Suárez entrenará con sus compañeros el viernes y que será presentado como jugador del Barça el lunes en el Camp Nou. No podrá jugar con el club hasta finales de octubre, y se perderá la Copa América del próximo año con Uruguay.
El presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Wilmar Valdéz, dijo a Reuters que esperaba que el TAS rebajara aún más la sanción, por lo que ahora se deberá reforzar el trabajo de la selección ante la ausencia de su estrella en los torneos oficiales.
"Ahora hay que acatar y planificar el futuro de Uruguay. Quedó demostrado en el Mundial, en los partidos que Suárez no jugó que es un jugador fundamental. Habrá que trabajar para buscar las alternativas correspondientes", dijo Valdéz.
"TEMA CULTURAL"
Después de perder una apelación con la FIFA, Suárez presentó su caso ante el TAS, que llevó a cabo una vista sobre el caso el viernes pasado.
"El TAS es un tribunal independiente totalmente, esto tiene que ver con la formas de ver las cosas, el tema cultural. Es diferente cómo vivimos el fútbol en Sudamérica que en Europa (...) para nosotros hay cosas que son normales, que merecen sanciones pero no tan duras", aseguró Valdéz.
Algunos uruguayos mostraron sorpresa porque el TAS ratificó y no flexibilizó la sentencia de la FIFA en lo que respecta a los partidos con los charrúas.
"Me parece extrema la medida. Entiendo que se quiera poner un ejemplo, pero lo tomaron de chivo expiatorio", dijo Paula Álvez, comunicadora de 29 años. "Los entrenamientos no implican el mismo nivel de exigencia física y va en detrimento de su carrera", agregó.
Otros reconocieron que Suárez cometió una falta grave y de forma reincidente, lo que hacía más difícil que el tribunal considerara reducir la pena.
"Se comió este garrón (mal momento) y le tiene que servir como lección", dijo Diego Maneiro, analista de sistemas de 38 años. "Por lo menos ahora puede vincularse con sus pares, que es fundamental para el fútbol", opinó.
Suárez era jugador del Liverpool al momento del incidente en el Mundial, pero posteriormente fue contratado por el Barcelona por unos 81 millones de euros, según medios.
Sancionado en dos ocasiones anteriores por el mismo tipo de agresión, negó en un primer momento haber mordido a Chiellini, pero la señal en el hombro del italiano no dejó lugar a dudas.
Chiellini dijo posteriormente que la sanción era exesiva y el sindicato mundial de jugadores FIFPro aseguró que Suárez fue "vilipendiado y juzgado en público".