Por Umberto Bacchi
KONJIC (Fundación Thomson Reuters) - Los planes de construir alrededor de 3.000 plantas hidroeléctricas en los próximos años pone en peligro los últimos ríos salvajes y algunas de las zonas de biodiversidad más importantes del continente, según activistas.
De Eslovenia a Albania, los críticos dicen que el auge hidráulico amenaza la vida animal, especies endémicas de peces, así como el acceso de la población a agua potable, la pesca y la ganadería.
"Está habiendo un tsunami de presas hidráulicas y nadie sabe nada sobre ello", dijo Britton Caillouette, director del documental "Blue Heart", que se centra en los esfuerzos para detener las centrales hidroeléctricas.
"Blue Heart", cuyo estreno se celebró recientemente en la presa Idbar cerca de Konjik, se centra en la gente de la zona y los esfuerzos de los activistas para detener la construcción de las centrales.
La inversión en proyectos de energía renovable está creciendo en todo el mundo, ya que los países se apresuran en cumplir en los objetivos del Acuerdo de París sobre cambio climático.
La Unión Europea tiene el objetivo de conseguir al menos que el 27 por ciento de la energía del bloque proceda de energías renovables para 2030.
Los países balcánicos occidentales, como Bosnia, Kosovo, Montenegro y Serbia, planean invertir miles de millones de euros en construir nuevas centrales de carbón para alcanzar la creciente demanda de electricidad, dado que las viejas centrales están siendo gradualmente eliminadas.
La energía hidráulica ya se emplea ampliamente en la región, pero los ecologistas temen que la inversión en carbón sea contraproducente, ya que los gobiernos pueden ser obligados a invertir cientos de millones de euros más para actualizar las centrales y cumplir con los estándares medioambientales de la UE conforme estos países avancen sus conversaciones para formar parte del bloque.
El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) está financiando algunos proyectos hidroeléctricos en los Balcanes y ha acordado fomentar una transición hacia economías sostenibles y bajas en carbono en la zona.
Ulrich Eichelmann, el líder de campaña del grupo RiverWatch, dijo que las energías no contaminantes como la hidroeléctrica, podría tener efectos negativos en el medio ambiente.
"Solo porque no se emita CO2 no significa que sea bueno", dijo Eichelmann a la Fundación Thomson Reuters.
El hecho de que la mayoría de los proyectos en los Balcanes sean a pequeña escala es especialmente perjudicial porque el agua es desviada a través de tuberías, dejando canales vacíos donde solían estar los ríos y provocando pérdidas de fauna y erosión, según un informe de 2017 de la consultora Fluvius.