Por Philip Pullella
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - Una monja africana reprendió a los obispos católicos en el Vaticano el sábado por los numerosos errores en el manejo de la crisis de abuso sexual y dijo que la Iglesia tuvo que reconocer su "mediocridad, hipocresía y complacencia".
La hermana Verónica Openibo, una nigeriana que ha trabajado en África, Europa y los Estados Unidos, habló con voz suave, pero tenía un fuerte mensaje para los prelados que estaban sentados ante ella.
"Proclamamos los Diez Mandamientos y desfilamos como custodios de normas y valores morales y buen comportamiento en la sociedad. ¿Hipócritas a veces? ¡Sí! ¿Por qué permanecimos en silencio durante tanto tiempo?" dijo.
Openibo pronunció su discurso al comienzo del penúltimo día de una conferencia en la cumbre del Vaticano en la que participaron unos 200 altos funcionarios de la Iglesia convocados por el Papa Francisco para enfrentar lo que él llamó el azote de los abusos sexuales cometidos por el clero.
En una alocución directa al Papa Francisco, sentado cerca de ella en el estrado, dijo que lo admiraba porque era "lo suficientemente humilde como para cambiar de opinión", tras disculparse y tomar medidas después de defender inicialmente a un obispo chileno acusado de encubrir el abuso y que acabó por renunciar.
"¿Cómo pudo la Iglesia clerical haber guardado silencio, cubriendo estas atrocidades? El silencio, el mantenimiento de los secretos en los corazones de los perpetradores, la duración de los abusos y la constante transferencia de perpetradores son inimaginables", dijo.
Habló de su conmoción cuando vio la película Spotlight, ganadora de un Oscar 2015, que mostró los frutos de una investigación periodística sobre cómo los líderes de la Iglesia en Boston trasladaban a los sacerdotes supuestamente abusadores de parroquia a parroquia en lugar de expulsarlos o entregarlos a las autoridades civiles.
"En este momento, estamos en un estado de crisis y vergüenza. Hemos ensombrecido seriamente la gracia de la misión de Cristo", dijo Openibo.
"Debemos reconocer que nuestra mediocridad, hipocresía y complacencia nos han llevado a este lugar vergonzoso y escandaloso en el que nos encontramos como Iglesia. Hacemos una pausa para orar: ¡Señor, ten piedad de nosotros!".
Explicó que los líderes de la Iglesia deben abandonar su hábito de ocultar eventos por temor a cometer un error.
"Muy a menudo queremos guardar silencio hasta que pase la tormenta. Esta tormenta no pasará. Nuestra credibilidad está en juego", dijo.
Los principales cardenales dijeron el viernes que la Iglesia debe reparar los "fallos sistemáticos" que permitieron que el abuso sexual echara raíces en todo el mundo, y los obispos deberían comenzar a vigilar el comportamiento de los demás.
Al comienzo de la conferencia el jueves, cinco víctimas contaron historias dolorosas de abuso y encubrimiento y el Papa dijo que podían esperar que se tomen medidas concretas de la reunión.
Los grupos de víctimas se han quejado de que mientras algunos sacerdotes que abusaron sexualmente de niños fueron eventualmente disciplinados por la Iglesia y sentenciados por autoridades civiles, los obispos que habilitaron el abuso o lo encubrieron no han sido castigados.
La conferencia termina el domingo cuando el Papa pronunciará un discurso final. El Vaticano dice que posteriormente formulará medidas de seguimiento para asegurarse de que todos los obispos regresen a casa y sepan cómo poner en práctica los procedimientos contra el abuso.
(Editado por Edmund Blair)