Por Joseph Ax
13 ago (Reuters) - En una tarde reciente, Tyler Daye, un organizador de Common Cause de Carolina del Norte, organizó un seminario en línea para los residentes de la ciudad de Wilson sobre un tema importante, pero arcano: la redistribución de distritos.
Con la ayuda de un software de mapeo disponible públicamente, conocido como Districtr, Daye recorrió los mapas de los distritos electorales federales y estatales, mostrando cómo en cada caso los legisladores republicanos en 2011 cortaron limpiamente la ciudad en dos, dividiendo la mitad oriental mayoritariamente negra de la mitad occidental mayoritariamente blanca.
"Cuando tus comunidades están divididas, tu poder de voto y tu representación también lo están", dijo a los asistentes. "Esto ataca la columna vertebral, el núcleo de nuestro sistema democrático, que es que los votantes, los ciudadanos, elijan a sus legisladores. Con este sistema, es al revés".
El proceso de redistribución de distritos, que se realiza una vez por década, ha sido durante mucho tiempo un asunto de trastienda en muchos estados, en el que los legisladores han creado distritos electorales sesgados y políticamente ventajosos con la ayuda de programas informáticos patentados que pueden clasificar a los votantes hasta en manzanas individuales.
Sin embargo, cuando los estados comienzan el ciclo de redistribución de distritos de 2021, los legisladores se enfrentan a un nuevo y poderoso control: un conjunto de herramientas de elaboración de mapas de libre acceso que permiten a los ciudadanos común y corrientes trazar sus propias líneas y evaluar las propuestas de los legisladores para detectar cualquier sesgo partidista.
Los grupos de defensa dicen que las nuevas tecnologías están transformando su lucha contra el "gerrymandering", una táctica utilizada por un partido político para manipular las líneas de los distritos y mantener el poder. Los esfuerzos de los grupos se ven reforzados por los laboratorios de redistribución de distritos de universidades como Princeton y Tufts, donde los expertos han desarrollado nuevas formas de medir el "gerrymandering".
"Creo que es un cambio radical", dijo Michael Li, experto en redistribución de distritos del Centro Brennan de Justicia de la Universidad de Nueva York. "Habrá miles de mapas por ahí".
La batalla por la redistribución de los distritos comenzó efectivamente el jueves, cuando la Oficina del Censo de Estados Unidos dio a conocer los datos de su recuento de 2020 que los estados utilizan para trazar los distritos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y los distritos legislativos estatales para la próxima década.
Promete ser una lucha brutal y de alto riesgo. El control de la Cámara de Representantes -donde los demócratas tienen una estrecha mayoría- podría decidirse simplemente mediante la redistribución de los distritos. Se espera que los republicanos creen mapas más favorables en Georgia, Texas, Florida y Carolina del Norte, mientras que los demócratas podrían contraatacar con su propia manipulación en estados como Illinois y Nueva York, según los analistas electorales.
En estados como Misuri y Míchigan, activistas y residentes están presentando cientos de mapas a los legisladores y a las comisiones de redistribución de distritos. Los organizadores emplean programas informáticos de mapas para movilizar a los ciudadanos contra el "gerrymandering". Y algunos grupos utilizan los concursos cartográficos para formar "cuerpos cartográficos ciudadanos" que presionen a nivel local.
"Es casi como un momento de luz", dijo Bob Phillips, director ejecutivo de Common Cause de Carolina del Norte, una organización de derecho al voto. "Sentimos que hemos podido llegar a la gente de una manera que nunca habíamos hecho".
Queda por ver si los grupos de reforma pueden lograr bloquear los "gerrymanders", dado que en la mayoría de los estados los legisladores tienen la última palabra en la redistribución de los distritos. Un amplio proyecto de ley federal sobre el voto, respaldado por los demócratas, prohibiría la manipulación partidista de los distritos del Congreso, pero la legislación parece no tener recorrido en el Senado.
Sin embargo, incluso si los "gerrymanders" se promulgan, los defensores dicen que su trabajo podría reforzar las posibles impugnaciones en los tribunales. También podría sentar las bases para el futuro al involucrar al público y denunciar la manipulación de los legisladores, dicen.
"Estamos jugando un juego a largo plazo", dijo Djemanesh Aneteneh, un coordinador de redistribución de distritos con Fair Count en Georgia, un grupo no partidista fundado por la excandidata demócrata a la gobernación Stacey Abrams.
(Reporte de Joseph Ax; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)