BEIJING (Reuters) - China aún está comprometida con las reformas y quiere trabajar con todas las partes para construir una economía abierta al mundo, dijo el domingo el presidente de China, Xi Jinping, reiterando el mensaje de Pekín en medio de una amarga guerra comercial con Washington.
Los dos países han estado implantando una serie de aranceles a las exportaciones del otro, ya que la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, busca abordar una serie de problemas, desde el gran desequilibrio comercial con China hasta el traspaso forzoso de tecnología.
China ha criticado a Estados Unidos por recurrir a medidas proteccionistas y unilaterales y dice que seguirá abriendo su economía, proporcionando un ambiente justo y transparente para las empresas extranjeras.
En una reunión con el secretario general de la ONU, António Guterres, en Beijing antes de una importante cumbre entre China y África, Xi no mencionó directamente las tensiones comerciales con Estados Unidos y se refirió al "unilateralismo y proteccionismo que están emergiendo".
"La determinación de China de profundizar completamente las reformas no cambiará", dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de China citando a Xi.
"Estamos dispuestos a utilizar acciones prácticas para impulsar a todas las partes a adherirse conjuntamente a la liberalización y facilitación comercial y construir una economía mundial abierta", agregó Xi.
La declaración del ministerio no dio detalles.
Altos cargos de Estados Unidos y China finalizaron dos días de conversaciones el mes pasado sin grandes avances, ya que su guerra comercial se intensificó con la activación de una nueva ronda de aranceles sobre bienes por valor de 16.000 millones de dólares entre sí.
Los dos países ahora han impuesto aranceles a bienes mutuos por valor de 50.000 millones de dólares en la mayor parte de su comercio bilateral, lo que plantea la preocupación de que el conflicto pueda afectar el crecimiento económico global.
Altos cargos de la administración Trump han discrepado sobre con qué dureza deben presionar a Pekín, pero la Casa Blanca parece creer que está ganando la guerra comercial a medida que la economía de China se desacelera y sus mercados bursátiles flaquean.
Los economistas estiman que cada 100.000 millones de dólares de importaciones afectadas por los aranceles se reduciría el comercio mundial en alrededor de 0,5 por ciento.
(Información de Ben Blanchard; Traducido por Emma Pinedo)