Por Yimou Lee y Ben Blanchard
TAIPEI/PEKÍN (Reuters) - China debe "arrepentirse sinceramente" por las sangrientas protestas de la plaza de Tiananmén de hace treinta años, dijo Taiwán el lunes, mientras un diario chino señalaba que nadie en China tenía interés en traer a cuento el pasado.
El martes se cumplen 30 años desde que las tropas chinas abrieran fuego para poner fin a unas protestas lideradas por estudiantes.
Las autoridades chinas prohíben cualquier tipo de homenaje a lo sucedido y nunca han publicado una cifra de muertes oficial. Grupos de recursos humanos y testigos estiman que la cifra se encontraría entre los cientos y miles de muertos.
"China tiene que arrepentirse sinceramente del incidente del 4 de junio e impulsar proactivamente reformas democráticas", dijo el Consejo de Asuntos del Continente de Taiwán en un comunicado que probablemente enfurezca a China. El consejo también dijo que Pekín había estado mintiendo para encubrir los eventos de 1989 y distorsionar la verdad.
Si bien no hubo una respuesta inmediata por parte de Pekín, el tabloide de gran audiencia Global Times dijo en su editorial de la edición en inglés que el 4 de junio "inmunizó a China ante las protestas".
El Taiwán demócrata tiende a usar el aniversario de las protestas de la Plaza de Tiananmén para criticar a China y pedirle que haga frente a lo que hizo. China, por su parte, afirma que Taiwán es un territorio sagrado, que debe ser devuelto por la fuerza si fuese necesario.
El ministro de Defensa de China, Wei Fenghe, defendió el domingo la gestión de Pekín en Tiananmén y dijo que el gobierno "fue decisivo para poner fin a los disturbios", un raro reconocimiento oficial de los eventos del 4 de junio.
El Consejo Asuntos del Continente de Taiwán dijo que tales declaraciones resultaban "increíbles".
"Esto demuestra que seguir diciendo que 'los chinos no atacan a los chinos' es una gran mentira".
China ha incrementado la presión sobre Taiwán, que celebra elecciones presidenciales en enero, dejándole sin aliados diplomáticos y enviando aviones militares cerca de la isla regularmente.
Pekín sospecha que el presidente Tsai Ing-wen y el Partido Democrático Progresista que gobierna Taiwán impulsan la independencia formal de Taiwán, una línea roja para China. Tsai ha reiterado quiere mantener el status quo, pero jura defender la democracia de la isla.
El ministro de Defensa de China, que también habló el domingo, dijo que los militares pelearían "si alguien se atreve a separar Taiwán de China".
(Información de Yimou Lee and Ben Blanchard; información adicional de Fabian Hamacher in TAIPEI; editado por Joseph Radford, Robert Birsel; traducido por Sabela Ojea Guix en la redacción de Madrid)