Por Julien Toyer
BARCELONA (Reuters) - El presidente catalán, Artur Mas, ha advertido de que el proceso de separación unilateral de Cataluña con España es imparable a menos que el Gobierno español acuerde convocar un referéndum vinculante sobre la independencia.
Las declaraciones de Mas suponen un nuevo mínimo en la difícil relación entre las autoridades catalanas y españolas a sólo cinco días de unas elecciones autonómicas en Cataluña que los separatistas han convocado a modo de plebiscito sobre la independencia, algo a lo que se opone el Gobierno español.
El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha descartado la secesión de la rica región mediterránea y ha reiterado su oposición a cualquier intento de que se celebre un referéndum.
Mas dijo que no espera que las cosas cambien después de las elecciones generales en España, previstas para diciembre, debido a que tanto el gobernante Partido Popular como los partidos opositores del PSOE y Ciudadanos se oponen a esa opción.
Sólo el partido antiausteridad Podemos está a favor de organizar una votación sobre la autodeterminación.
"Soy muy escéptico de que el nuevo Gobierno español pueda ofrecer un acuerdo a Cataluña para celebrar un referéndum", dijo Mas en una entrevista con Reuters el lunes por la noche en la sede de gobierno regional del Palau de la Generalitat.
"Ahora, si la pregunta es '¿Parará usted el proceso político en Cataluña?', la respuesta es no hasta que tengamos la certeza de que haya una fecha concreta para un referéndum vinculante sobre la independencia", dijo.
Mas añadió que ahora no está sobre la mesa una solución política basada en un nuevo pacto fiscal o un nuevo acomodo catalán en la Constitución y que el Tribunal Constitucional no logrará bloquear una declaración de independencia.
"Hace tres años habría dicho sí a un pacto fiscal pero... el Gobierno en Madrid bloqueó todas las negociaciones y rechazó esta posibilidad. Ahora tenemos que votar sobre la autodeterminación, tenemos que votar sobre la independencia", dijo.
"Si logramos un mandato democrático claro y específico el 27 de septiembre, las cosas cambiarán porque al final la independencia depende de nuestra voluntad. El pacto fiscal depende de la voluntad del Gobierno español y el cambio de la Constitución Española depende de la voluntad de la población española, pero la independencia de Cataluña depende de la voluntad de los catalanes", añadió.
PRESIÓN
Las encuestas vaticinan que los partidos independentistas ganarán el próximo domingo una mayoría de escaños en el Parlamento catalán, pero no lograrán una mayoría de votos.
Esto no les impediría el desarrollo de un proceso de 18 meses para proclamar la independencia, dijo Mas, aunque la mayoría de analistas dice que la secesión sigue siendo improbable, particularmente porque carecería de legitimidad popular.
En un contexto de creciente tensión entre las dos partes, Mas ha pedido a los votantes catalanes que muestren su desencanto con "los grandes jefes de Madrid" mientras que el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, advirtió la víspera de que Cataluña podría salir de la zona euro y perder el acceso a la financiación del Banco Central Europeo (BCE) si se declarase la independencia.
Un creciente número de empresas y empresarios con presencia nacional e internacional están haciendo campaña contra la independencia.
Los principales bancos españoles, entre ellos los catalanes Caixabank (MADRID:CABK) y Sabadell (MADRID:SABE), dijeron la semana pasada que una separación de Cataluña supondría un riesgo para la estabilidad financiera.
Mas hizo caso omiso de este peligro y acusó al Gobierno central de presionar a los bancos catalanes.
"Estoy seguro de que las instituciones españolas y el Gobierno español han presionado mucho a estos (bancos). De hecho ahora rinden cuentas ante esas instituciones españolas, así que es bastante lógico que se unan a esta presión desde el Gobierno central", dijo.
Caixabank y Sabadell rechazaron realizar comentarios.