MADRID (Reuters) - Los dos principales partidos independentistas de Cataluña anunciaron el lunes que concurrirán a las elecciones autonómicas convocadas por Madrid, en lo que supone un reconocimiento tácito de que acatan el cese del Govern y la disolución del Parlament pese a haberse declarado la independencia en la región.
Ante los comicios "ilegítimos" del 21 de diciembre, el Partido Demòcrata de Catalunya (PDeCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) acudirán para intentar "consolidar la república", aunque aún han de decidir si repiten la alianza electoral de 2015.
"Encontraremos la manera de participar el 21D", dijo el diputado de ERC Sergi Sabrià tras la ejecutiva del partido el lunes.
"Nos colocan delante de unas elecciones ilegítimas. Una trampa. Pese a todo, las urnas no nos dan miedo", añadió.
Una hora después, la Ejecutiva del PDeCat optó por dar los mismos pasos que ERC, con la que den 2015 formó la plataforma soberanista Junts pel Sí con un programa electoral que perseguía la independencia de la región.
"Nos presentaremos a las elecciones en defensa de las instituciones y contra un 155 miserable", indicó la coordinadora general del PDeCat, Marta Pascal, diputada del Parlamento disuelto por Madrid, que dijo que la decisión contaba con el visto bueno de Puigdemont.
El viernes el Gobierno español respondió a la declaración de independencia con una serie de medidas de intervención en la región que incluían el cese del Govern, la disolución de las cortes catalanas y la convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre.
Al decidir presentarse a unos comicios convocados por un Estado al que rechazan, ERC y PDeCat reconocen implícitamente que la declaración unilateral de independencia del viernes pasado es más simbólica que real.
Más allá de devolver la legalidad a la región, la convocatoria electoral podría quebrar la frágil unidad parlamentaria de los últimos dos años, en los que han contado con mayoría y el apoyo de la CUP, que el domingo dejó entrever que también se presentaría a las elecciones.
Las discrepancias en el seno del PDeCat podrían llevar incluso a una escisión entre los moderados que recelan de una declaración unilateral de independencia y los que optan por no mirar atrás en la hoja de ruta independentista.
Según un sondeo difundido el lunes por El Mundo, sólo un 33,5 por ciento de los catalanes apoyan la independencia de Cataluña, donde las fuerzas secesionistas no lograrían en esos comicios la mayoría absoluta y en los que CSQP sumaría dos escaños más.