MELBOURNE (Reuters) - El técnico sueco del Shanghai SIPG, Sven-Goran Eriksson, cree que el fútbol chino, impulsado por el poder e influencia del presidente Xi Jinping, puede dejar atrás fracasos a nivel internacional y optar a ganar la Copa del Mundo en la próxima década.
El club dirigido por Eriksson, al igual que otros equipos de la Super Liga china, ha realizado grandes inversiones últimamente en nuevos fichajes y renovar sus instalaciones después de que Xi pidiera a los responsables del fútbol nacional mejorar la actuación de la Copa del Mundo de 2002, en la que China no pasó de la primera ronda en su hasta ahora única participación en un Mundial.
"Dentro de 10 o 15 años, estoy seguro que el combinado nacional de China podrá competir por ganar la Copa del Mundo", dijo Eriksson el martes en una rueda de prensa antes del encuentro de Champions League asiática ante Melbourne Victory.
"El futuro de China es grandioso", dijo el entrenador sueco que saltó a la fama tras cosechar éxitos en Portugal con el Benfica y en Italia con la Lazio antes de tomar las riendas de la selección de Inglaterra y posteriormente el Manchester City.
La selección china esta en peligro de quedar fuera de la clasificación para la Copa del Mundo de 2018 en la región de Asia pero Eriksson, que entrenó a Costa de Marfil en el Mundial de 2010 en Sudáfrica, dijo que pronto se verá el retorno de la millonaria inversión del fútbol chino.
Eriksson se fue a entrenar en 2013 al Guangzhou R&F para hacerse cargo del Shanghai un año después y llevarle al subcampeonato tras fichar al argentino Darío Conca y ghanés Asamoah Gyan.
"Creo que estoy en el momento adecuado en el lugar adecuado", dijo el veterano técnico. "He tenido suerte, estaba en Italia en los 90 cuando todos los jugadores querían jugar en la liga italiana, luego en los 2000 en la liga inglesa, todos los jugadores fichaban por clubes ingleses (...) ahora en 2016 parece que todos quieren venir a China, eso es muy bueno para el fútbol chino", dijo.