Por Philip Pullella
CIUDAD DEL VATICANO, 3 ago (Reuters) - El Papa Francisco dijo el miércoles que sintió el dolor de los supervivientes del sistema de escuelas residenciales de Canadá "como bofetadas" y que la Iglesia católica tiene que afrontar su responsabilidad por las instituciones que abusaron de los niños e intentaron borrar las culturas indígenas.
El Papa dedicó su discurso en la audiencia general semanal a su viaje de la semana pasada a Canadá, donde presentó una disculpa histórica por el papel de la Iglesia en escuelas que contaban con financiación estatal y que funcionaron entre 1870 y 1996.
Más de 150.000 niños indígenas fueron separados de sus familias y llevados a internados. Las órdenes religiosas católicas dirigieron la mayoría de ellos bajo la política de asimilación de los sucesivos Gobiernos canadienses.
Los niños eran golpeados por hablar sus lenguas nativas y muchos sufrieron abusos sexuales en un sistema que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá calificó de "genocidio cultural".
El Papa se reunió con supervivientes indígenas a lo largo del viaje y el último día, la mayoría de ellos ancianos supervivientes de la escuela de Iqaluit, capital del aislado territorio ártico de Nunavut, le contaron sus historias en una reunión privada.
"Les aseguro que en estas reuniones, sobre todo en la última, tuve que sentir el dolor de estas personas, como bofetadas, cómo perdieron (tanto), cómo los ancianos perdieron a sus hijos y no supieron dónde fueron a parar, por culpa de esta política de asimilación", dijo Francisco en comentarios no guionizados.
"Fue un momento muy doloroso, pero tuvimos que enfrentarnos, tenemos que enfrentarnos ante nuestros errores y nuestros pecados", dijo.
Durante el viaje, las disculpas del Papa evocaron fuertes emociones y elogios como un primer paso en la reconciliación, pero algunos supervivientes dijeron que no estaban a la altura de las expectativas.
(Información de Philip Pullella; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)