Por Patrick Vignal
PARÍS (Reuters) - El resultado de un apetitoso choque de estilos el lunes por una plaza en cuartos de final entre la actual campeona, España, y uno de sus tradicionales rivales, Italia, es difícil de predecir tras las luces y sombras que han mostrado ambos en la fase de grupos.
España, que aplastó por 4-0 a Italia en la final de la Eurocopa de 2012 en Kiev, empezó la defensa de su título de forma prometedora antes de perder por 2-1 contra Croacia, que le obligó a cruzarse con Italia en octavos.
"Vi (la final de 2012) por la televisión. Disfrutando de la selección y del buen fútbol que hacía", dijo Koke.
"En un partido con dos selecciones tan grandes no hay favoritos. Será muy disputado. Habrá que hacer un grandísimo partido. Está al 50 por ciento", agregó sobre el encuentro del lunes.
Italia, que depende de un grupo de veteranos y no tiene una gran estrella en su plantilla aparte del portero Gianluigi Buffon, ha sido descartado por muchos y llegó al torneo en un ambiente lúgubre.
Los 'azzurri' sorprendieron con una victoria por 2-0 sobre Bélgica y derrotaron a Suecia por 1-0 antes de caer por 1-0 contra Irlanda cuando ya tenían asegurada la clasificación.
"Necesitamos el mismo entusiasmo al enfrentarnos a un equipo como España que el que hemos tenido ante Bélgica, que también parecían más fuertes que nosotros", dijo el técnico italiano Antonio Conte.
Giorgi Chiellini, el líder de la defensa italiana, se hizo eco del sentimiento generalizado de que ambos equipos se deberían haber cruzado en una fase posterior del torneo.
"España ha sido nuestra bestia negra desde 2008 que es cuando empezó su ciclo de victorias", dijo Chiellini, en referencia a la eliminación en cuartos de final en la tanda de penaltis en la Eurocopa de ese año, que España ganó.
España, cuyo dominio futbolístico pareció estar llegando al final cuando hace dos años cayeron eliminados en la fase de grupos del Mundial de Brasil, siguen siendo los maestros de la posesión, su seña de identidad, con el estilo tiki-taka basado en los pases cortos y movimiento.
Su defensa, sin embargo, muestra indicios de nerviosismo bajo presión y carece de filo en la delantera, incluso si cuenta con el peligroso Álvaro Morata, que ha marcado tres goles en la Eurocopa y es el mayor goleador del torneo empatado con Gareth Bale.
Por el contrario, Italia sigue la receta que lleva años usando: cerrarse atrás y esperar con paciencia a tener sus opciones con mucha disciplina. Carece de potencia en ataque pero históricamente suele hacer lo suficiente para ganar.