Por Robin Emmott
BRUSELAS (Reuters) - España se dispone a asumir el año que viene el mando de una misión marítima de la UE para combatir a piratas somalíes, actualmente en manos de Reino Unido, ya que Madrid aspira a asumir un mayor papel militar tras el Brexit, dijeron diplomáticos y responsables de la UE.
Según el acuerdo, España también se ha ofrecido a ayudar a Italia a lidiar con la gestión de la inmigración en el Mediterráneo, dijeron.
Se prevé que los ministros de Defensa y Exteriores de la Unión Europea respalden el lunes la decisión de entregar el mando de la misión Atalanta en el Cuerno de África a España, con el apoyo de Francia, cuando Reino Unido salga del bloque en marzo.
Como mayor potencia militar de Europa junto a Francia, Reino Unido es vital en los esfuerzos de seguridad europeos pero Londres no puede continuar liderando misiones de la UE después del Brexit, según acordaron negociadores de la UE y británicos en marzo.
Madrid prevé liderar la misión Atalanta desde la base naval de Rota, Cádiz, en sustitución de la base de Northwood, a las afueras de Londres. La base naval francesa que participará en la operación no se ha revelado.
Italia también trató de comandar la misión, que protege desde barcos pesqueros a refugiados somalíes, y ofreció gestionarla junto al mando de la fuerza naval de la UE en el Mediterráneo.
La UE tiene que tomar una decisión formal a finales de junio porque el traspaso del mando precisará de 40 semanas y debe estar en vigor el 30 de marzo de 2019, un día después de la salida de Reino Unido, según un documento visto por Reuters.
"Hemos alcanzado un compromiso", dijo a Reuters un diplomático implicado en las conversaciones.
Otros dos diplomáticos y responsables dijeron que España había ofrecido a Italia dentro del acuerdo más apoyo naval para combatir el tráfico de inmigrantes en el Mediterráneo.
Roma se ha quejado en repetidas ocasiones de que obtiene poca ayuda de otros países miembros a la hora de lidiar con los inmigrantes que cruzan desde Libia. Su nuevo Gobierno se negó a dejar desembarcar a un barco con 629 inmigrantes, pero España destrabó la situación permitiendo que desembarcaran en Valencia.