MADRID (Reuters) - El gobierno español rechazó el lunes tajantemente la oferta de diálogo del gobierno catalán para evitar la aplicación de una declaración de independencia y dejó abierta la puerta a la toma de medidas excepcionales que podrían ser aprobadas el miércoles en una reunión extraordinaria de su consejo de ministros.
"Ni el señor Puigdemont ni nadie puede pretender, sin volver a la legalidad y a la democracia, imponer una mediación (...) el diálogo entre demócratas se hace dentro de la ley", dijo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en una declaración institucional en Moncloa en la que no se admitieron preguntas y en la que reiteró que las decisiones del gobierno catalán se basan en la ilegalidad.
"El gobierno no puede aceptar que se dé validez a la ley catalana del referéndum porque está suspendida por el tribunal constitucional, la Generalitat no puede asumir los resultados del uno de octubre porque ese fue un acto ilegal, fraudulento y sin las más mínimas garantías".
La vicepresidenta criticó duramente la dialéctica y la posición del presidente catalán: "El discurso del presidente de la Generalitat es el discurso de una persona que no sabe dónde está, adónde va ni con quién quiere ir".
CONSENSO
Añadió que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ha iniciado una ronda de contactos con el resto de los grupos parlamentarios para buscar "el mayor apoyo posible" a la eventual respuesta institucional que prepara el gobierno y que no precisó.
"El presidente del gobierno va a reunir a su consejo de ministros para abordar los próximos pasos tras la celebración de la sesión plenaria de esta tarde en el parlament y en estos momentos está manteniendo contactos con los principales partidos políticos porque quiere el máximo consenso en su adopción", dijo.
En la noche del martes Rajoy ya estaba reunido con el líder del principal partido de la oposición, Pedro Sánchez.
Los miembros de la coalición que sostiene el gobierno catalán firmaron el martes en el Parlament una "Declaración de los representantes de Cataluña" por la que, aseguran, Cataluña "restaura su plena soberanía".
En un texto dirigido "al pueblo de Cataluña y a todos los ciudadanos del mundo", los grupos apelan "a los estados y a las organizaciones internacionales a reconocer la República catalana como Estado independiente y soberano" y añaden que el govern "adoptará las medidas necesarias para hacer posible la plena efectividad de esta declaración de independencia".
En una jornada rocambolesca y entre crecientes presiones nacionales e internacionales, el presidente catalán solicitó en el mismo pleno también "la suspensión de la declaración de independencia para emprender un diálogo para llegar a una solución acordada".
"Después de haber llegado tan lejos (...) el presidente Puigdemont ha sumido a su Comunidad Autónoma en el mayor nivel de incertidumbre", dijo la vicepresidenta del gobierno.