MADRID (Reuters) - El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía dio el martes un tirón de orejas a España por su lentitud en el desarrollo de infraestructuras de recarga para el coche eléctrico.
Durante un desayuno informativo en Madrid, Miguel Arias Cañete dijo que de los 83.000 puntos de recarga que existían en la Unión Europea a finales del año pasado, solamente 1.754 estaban en España.
"No veo que esté en marcha un proceso en nuestro país para avanzar en esta dirección", dijo el político español, que señaló que sería necesario tener instalados 380.000 puntos de recarga en 2050 para poder reducir las emisiones contaminantes en un 50 por ciento ese año.
Arias-Cañete también advirtió de otros cuellos de botella en el proceso de electrificación del sector automóvilístico europeo, como los de ampliar la oferta actual de coches con la de cero o bajas emisiones o la ausencia de fábricas para producir baterías.
Según el comisario, a finales de 2017 había matriculados 671.000 vehículos elécricos e hibridos enchufables en la UE, 17.000 de ellos en España.
"Para alcanzar un 30 por ciento de reducción de CO2 habría que tener un mercado en 2030 de 26 millones de vehículos en la UE (2,26 millones en España), y para alcanzar un 50 por ciento, de 32,5 millones (3,85 millones en España)", añadió.
NO "SATANIZAR" EL DIÉSEL
Preguntado por la reciente polémica levantada la ministra ministra española de Transición Ecológíca, Teresa Ribera, que dijo recientemente que el diésel tenía "los días contados", Arias Cañete dijo que la Comisión no satanizaba ninguna tecnología concreta y era importante considerar que los últimos modelos diésel han reducido sus emisiones exponencialmente y que los motores de combustión seguirán representando más de la mitad del mercado aún alcanzando los objetivos más ambiciosos de reducción de CO2.
"Hoy día hay modelos diésel que son mucho menos contaminantes que en el pasado y que cumplen las normas comunitarias", dijo.
España es uno de los mercados europeos con mayor grado de penetración de vehículos diesel, aunque su peso ha bajado desde que se destapó el escándalo de las emisiones del grupo alemán Volkswagen (DE:VOWG_p) en 2015.
La semana pasada, la ministra española de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que la intención del Gobierno socialista era igualar de forma progresiva el impuesto de la gasolina y el diésel, aunque se tomarían en cuenta los intereses de transportistas autónomos, principales consumidores profesionales de este último carburante.