MADRID (Reuters) - La portavoz del Partido Popular en el ayuntamiento de Madrid y exlíder regional de la formación, Esperanza Aguirre, expresó su preocupación por la falta de democracia interna en el seno del partido y su deseo de que se inicie una regeneración.
"El partido está muy anticuado porque no se ha vuelto a revisar desde los 90. Hay que renovar las personas, estructuras", dijo Aguirre en una entrevista publicada el domingo por el diario El Mundo una semana después de su dimisión al frente del PP de Madrid.
Aguirre anunció de forma inesperada su dimisión al frente de la presidencia regional del PP "por responsabilidad política" tras una serie de informaciones publicadas sobre supuesta financiación irregular del partido en la capital.
Las declaraciones llegan en un momento delicado para el partido y su máximo dirigente, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, por las dificultades para optar a una nueva legislatura pese a haber sido la fuerza más votada en las elecciones del pasado 20 de diciembre.
Además de no contar con una mayoría suficiente en el Congreso para formar gobierno, la pretensión de Rajoy de formar una gran coalición con el PSOE y Ciudadanos se ha visto lastrada por los numerosos casos de corrupción que han salpicado a los conservadores en las últimas semanas.
"El PP necesita una regeneración a fondo, una refundación porque se ha convertido en el nasty party (partido antipático)", aseguró, añadiendo que "la refundación del proyecto es muy importante".
Al respecto de las negociaciones para una investidura que mantiene el socialista Pedro Sánchez con otras formaciones, Aguirre dijo ser partidaria de frenar al partido antiausteridad Podemos e instó a "hacer todo lo que esté en las manos" para lograr una gran coalición, aunque sea a costa de renunciar a presidir el Ejecutivo.
Esta posibilidad ha sido descartada desde el principio por Rajoy, que se ha mostrado contrario a permitir -ya sea con un voto a favor o mediante la abstención- un gobierno que no lidere él mismo.
Rajoy -que rechazó un primer ofrecimiento del rey para formar gobierno al carecer de apoyos suficientes- obtuvo en las elecciones de diciembre 123 escaños de un total de 350, frente a los 90 diputados del PSOE, 65 de Podemos (además de los cuatro del grupo afín Compromís) y 40 de Ciudadanos, además de varias formaciones que tienen menos de 10 diputados.