Por Francois Murphy
VIENA (Reuters) - Las muestras tomadas por el organismo de control nuclear de la ONU en Teherán en lo que el primer ministro de Israel llamó un "almacén atómico secreto" contienen restos de uranio, cuyo origen Irán no ha explicado todavía, dijeron dos diplomáticos que siguen de cerca las inspecciones del organismo.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) está investigando el origen de las partículas y ha pedido a Irán que dé una explicación sobre los rastros de uranio. Pero Irán no lo ha hecho, según los diplomáticos, alimentando así las tensiones entre Washington y Teherán. Las sanciones de Estados Unidos han recortado las ventas de petróleo iraníes e Irán ha respondido incumpliendo su acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales.
En un discurso pronunciado hace un año, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se opuso vehementemente al acuerdo, pidió al OIEA que visitara el lugar inmediatamente, diciendo que había albergado 15 kg de material radiactivo no especificado que posteriormente fue retirado.
Reuters informó por primera vez en abril que el OIEA, que está vigilando el cumplimiento del acuerdo nuclear, había inspeccionado el sitio, un paso que, según dijo, se toma "sólo cuando es necesario", y que las muestras allí tomadas fueron enviadas para su análisis.
Desde entonces, los medios de comunicación israelíes y estadounidenses han informado que las muestras revelaron rastros de material radiactivo, usando el mismo impreciso lenguaje utilizado por Netanyahu.
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Sin embargo, esos restos eran de uranio, dijeron los diplomáticos, el mismo elemento que Irán está enriqueciendo y uno de los dos únicos elementos fisionables con los que se puede fabricar el núcleo de una bomba nuclear. Un diplomático dijo que el uranio no estaba altamente enriquecido, lo que significa que no fue purificado a un nivel cercano al necesario para elaborar las armas.
(Información adicional de Parisa Hafezi en Dubaí, Jeffrey Heller en Jerusalén; editado por Mark Heinrich y Andrew Cawthorne; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdansk)