7 jun (Reuters) - Una campaña rusa de reclutamiento de sirios para luchar en Libia por el líder de la milicia Khalifa Haftar se aceleró en mayo, cuando se ficharon cientos de mercenarios, dijeron cinco fuentes de la oposición siria y una fuente regional familiarizada con el asunto.
El contratista militar privado Wagner Group está llevando a cabo la contratación con la supervisión del ejército ruso, según dos fuentes destacadas de la oposición siria y la fuente regional. Un antiguo miembro del Grupo Wagner dijo que el envío de sirios a Libia ocurrió por primera vez en 2019.
El Ministerio de Defensa ruso y el Grupo Wagner no respondieron a las preguntas de Reuters.
Turquía, mientras tanto, dice que está proporcionando apoyo militar a la otra parte del conflicto, el internacionalmente reconocido Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), con sede en Trípoli.
El presidente turco Tayyip Erdogan dijo en febrero que combatientes del Ejército Nacional Sirio, apoyado por Turquía, se encontraban en Libia, así como el propio ejército de Turquía.
Rusia ha sido un aliado incondicional del presidente sirio Bashar al-Assad, ayudándole a aplastar la rebelión en su país. La participación de Moscú en Libia es una extensión de su ambición de proyectar influencia en el Mediterráneo Oriental, dicen algunos expertos.
Egipto y los Emiratos Árabes Unidos también han prestado apoyo a Haftar porque sospechan que el GNA tiene vínculos con la Hermandad Musulmana, un grupo islamista al que se oponen firmemente.
Turquía, por otro lado, ha hecho acuerdos con la GNA sobre las fronteras marítimas y quiere proteger sus propios intereses en la región.
Entre los nuevos reclutas del apoyo ruso a Haftar se encontraban 300 de la zona de Homs, entre ellos ex combatientes del Ejército Libre Sirio, según una de las dos fuentes principales de la oposición, y unos 320 del suroeste, según una tercera fuente.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que informa sobre el conflicto sirio utilizando una red de fuentes sobre el terreno, más de 900 sirios fueron reclutados por Rusia para luchar en Libia en mayo.
Los combatientes son entrenados en una base en Homs antes de ir a Libia, según las fuentes que citaron salarios que oscilan entre 1.000 y 2.000 dólares al mes.
El movimiento de los combatientes hacia Libia viola un embargo de armas de la ONU y el enviado interino de la ONU para Libia, el 19 de mayo, instó al Consejo de Seguridad a detener "una afluencia masiva de armamento, equipo y mercenarios".
(Editado por William Maclean y Mike Collett-White, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)