Por Julia Symmes Cobb
BOGOTÁ, 13 jul (Reuters) - Un exsoldado colombiano que fue reclutado para unirse a un grupo acusado de estar involucrado en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise la semana pasada, dijo que los hombres fueron contratados para brindar seguridad, no para matar.
Las autoridades haitianas dicen que Moise fue asesinado el miércoles por asesinos extranjeros entrenados: 26 colombianos y dos haitianos estadounidenses. Dieciocho de los hombres fueron capturados, mientras otros tres murieron.
Pero familiares y colegas de los exmilitares colombianos han planteado dudas sobre el informe de las autoridades, argumentando que los hombres habían sido contratados como guardaespaldas y son inocentes del asesinato.
Matías Gutiérrez, un francotirador retirado de las Fuerzas Especiales y padre de cuatro hijos, habría viajado a Haití con el grupo el mes pasado si no hubiera dado positivo por COVID-19.
"Donde hubiese viajado, posiblemente estuviera involucrado en lo mismo que están los comandos allá lamentablemente", dijo Gutiérrez a Reuters el lunes en la noche.
El exmilitar le mostró a Reuters una conversación de Whatsapp donde dice que se llevaron a cabo discusiones sobre el trabajo.
Los hombres iban a ganar unos 2.700 dólares al mes para ayudar a proteger a Moise, reveló Gutiérrez, al tiempo que se les aseguró que trabajarían en consenso con las autoridades haitianas.
La cifra luce astronómica si se compara con lo que recibe Gutiérrez, quien aunque pasó 21 años en el Ejército, 14 de ellos en las Fuerzas Especiales antes de pensionarse en 2015, sus pagos de jubilación son de solo 960.000 pesos (unos 250 dólares) al mes.
"Uno sale con la esperanza de que uno sale pensionado y la idea es vivir de su pensión, disfrutar de su familia que no pudo disfrutarla durante 20 años", comentó Gutiérrez.
Él y su esposa tuvieron su cuarto hijo hace solo nueve meses, con la esperanza de que Gutiérrez finalmente pudiera ser el padre que anhelaba ser para sus hijos mayores.
"Yo no vi crecer a mis hijos (...), nunca me vieron en la casa porque siempre estaban en el monte, en el área de combate".
Gutiérrez sostuvo que charló con algunos de los hombres cuando llegaron por primera vez a Haití, le dijeron que las cosas iban bien y que se alojaban en una casa cercana al palacio presidencial.
El exmilitar, quien ahora trabaja como guardia de seguridad, afirma que los hombres no estuvieron involucrados en el asesinato de Moise, no solo porque sean honorables, sino por su entrenamiento.
Explicó que los comandos saben bien cómo atacar a un objetivo y luego retroceder.
"Los comandos nuestros no fueron, tuvo que haber un complot" enfatizó Gutiérrez.
"La extracción de ellos fue un completo desorden. Por qué? Porque ellos no iban a ningún asalto. Iban era en apoyo a un llamado de las fuerzas de seguridad del presidente", concluyó.
Según expertos, los exmilitares colombianos suelen ser apetecidos en el extranjero por su entrenamiento en el país sudamericano en medio de un conflicto interno armado de más de cinco décadas contra las guerrillas izquierdistas, las bandas de narcotraficantes y los paramilitares de ultraderecha.
(Reporte de Julia Symmes Cobb, traducido por Nelson Bocanegra)