MANAGUA, 28 ago (Reuters) - Familiares sepultaron el viernes a un migrante nicaragüense que falleció de un golpe de calor a inicios de agosto en la región española Murcia, donde trabajaba en plantaciones de sandía, en un caso que ha despertado críticas sobre las condiciones laborales de los trabajadores indocumentados en Europa.
Eleazar Blandón, de 42 años, se desvaneció durante una larga jornada laboral bajo el extenuante sol y fue llevado por su empleador a un hospital, en cuyas puertas fue abandonado y donde horas después murió, según el relato de su hermana Ana Blandón, quien trabaja como empleada doméstica en Murcia.
"Ya vas a descansar en paz, luego de tanto periplo", dijo Kamil Blandón, hermano del fallecido, durante el sepelio en Jinotega, al norte de Nicaragua, de donde era originario.
Blandón recordó que hace cuatro años su padre también murió mientras trabajaba indocumentado en plantaciones agrícolas de Texas, Estados Unidos.
Un grupo de músicos desfiló junto al féretro por las calles de la ciudad, que se desbordó pese al temor al coronavirus, entonando canciones que recordaban el amor del trabajador agrícola por la música.
Blandón emigró en octubre de 2019 en busca de empleo para mantener a sus cinco hijos en Nicaragua. Trabajó de repartidor de agua, pero por la pandemia perdió su empleo y probó suerte en el campo murciano, según su hermana.
"Tengo el consuelo que mi madre pudo sepultarlo allá en Nicaragua", dijo Ana a Reuters antes del entierro el viernes.
Días después de conocerse el deceso, la ministra española del Trabajo, Yolada Díaz, dijo que las condiciones bajo las que trabajaba el migrante eran "deplorables".
España es el tercer destino para los migrantes nicaragüenses, por detrás de Estados Unidos y Costa Rica. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), casi 26,000 nicaragüenses viajaron a ese país en 2019.
(Reporte de Oswaldo Rivas e Ismael López. Editado por Raúl Cortés Fernández, Adriana Barrera y Sharay Angulo)