Por Romeo Ranoco y Neil Jerome Morales
MARAWI/DAVAO, Filipinas (Reuters) - Indonesios y malayos se encontraban entre los yihadistas extranjeros que luchaban contra el ejército después de sitiar una ciudad del sur de Filipinas, dijo el viernes el gobierno, que denominó la situación como "invasión" del Estado islámico.
El ejército ha desplegado helicópteros de ataque y fuerzas especiales para expulsar de la ciudad de Marawi a rebeldes del grupo Maute, vinculado a Estado Islámico, y malayos, indonesios y otros extranjeros se encuentran entre los seis guerrilleros muertos el jueves.
El anuncio eleva la amenaza de lo que los expertos y los militares dicen son movimientos emprendidos por Estado islámico para explotar la pobreza y el caos en la isla predominantemente musulmana de Mindanao para establecer una base para extremistas en el sudeste asiático y zonas cercanas.
"Lo que está sucediendo en Mindanao ya no es una rebelión de ciudadanos filipinos", dijo el fiscal general José Calida en una conferencia de prensa.
"Se ha transformado en una invasión de terroristas extranjeros, que atendieron la llamada del ISIS a ir a Filipinas si encuentran dificultades para ir a Irak y Siria", dijo, utilizando el acrónimo de Estado Islámico.
El presidente Rodrigo Duterte ha cumplido con su amenaza de imponer la ley marcial en Mindanao, la segunda isla más grande del país, para detener la expansión del islamismo radical. Ha pedido a los gobernadores y líderes religiosos de Mindanao que trabajen con el gobierno para mantener a raya a los extremistas.
Duterte advirtió recientemente de que los combatientes del Estado islámico expulsados de Irak y Siria terminarán en el sur de Filipinas y que su país corre el peligro de "contaminación".