Por Sudip Kar-Gupta y Jan Strupczewski
PARÍS (Reuters) - Los votantes franceses elegían el domingo entre un centrista proeuropeo y una ultraderechista euroescéptica y antiinmigración para que lidere al país durante los próximos cinco años, con cifras oficiales y estimaciones que indican una baja participación de los votantes.
Las encuestas predicen que Emmanuel Macron, un ex ministro de Economía de 39 años que quiere cerrar la brecha entre izquierda y derecha, será elegido presidente, poniendo fin al desafío de la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, tras una campaña electoral repleta de escándalos y contratiempos.
Las votaciones terminarían cerca de las ocho de la noche (1800 GMT), pero medios belgas publicaron lo que dijeron que eran sondeos realizados el domingo por cuatro encuestadoras no identificadas entre personas que habían votado o que pretendían votar.
La emisora pública belga RTBF afirmó que las encuestas arrojaban que Macron obtendría entre un 62 y un 67 por ciento de los votos.
La información no pudo ser verificada por Reuters en forma independiente. Las encuestadoras no tienen permitido publicar sondeos en el día de la elección en Francia antes del cierre de las votaciones.
Pero la información reportada estaba en línea con los últimos sondeos de opinión publicados el viernes, y encuestas previas a las elecciones resultaron ser acertadas para la primera vuelta entre 11 candidatos el 23 de abril.
Al mediodía, ambos candidatos habían votado, él en Le Touquet, en la costa norte, y ella en la ciudad septentrional de Henin-Beaumont.
Una victoria de Macron ayudaría a frenar la marea de resultados electorales nacionalistas y antiglobalización, como el referendo en que Reino Unido optó por abandonar la Unión Europea y la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en noviembre de 2016.
Macron, que quiere desregular la economía y profundizar la integración en la Unión Europea, ganaría con entre un 61,5 por ciento y un 63 por ciento de los votos, según las últimas encuestas publicadas el viernes.
Pero si se produce un resultado inesperado y gana Le Pen, el futuro de la Unión Europea podría estar en juego dado su deseo de cerrar fronteras, abandonar el euro y romper tratados comerciales.
Incluso aunque sea derrotada, la política de 48 años probablemente obtendrá alrededor del doble de votos de los que su partido sumó la última vez que llegó a la segunda ronda presidencial en 2002, lo que demuestra la magnitud del descontento de los votantes con la política tradicional en Francia.
Cifras del Ministerio del Interior arrojaron que un 65,30 por ciento de los votantes habían acudido a las urnas hasta las cinco de la tarde (1500 GMT), una participación más baja que en las cuatro elecciones presidenciales anteriores a la misma hora del día.
Una encuesta del viernes había pronosticado una participación final del 75 por ciento para estos comicios. Las cifras finales de 2002, 2007 y 2012 fueron todas superiores al 80 por ciento.
Cerca del 60 por ciento de los que planean votar por Macron dicen que lo harán para impedir que Le Pen sea elegida para liderar la segunda mayor economía de la zona euro, en lugar de por estar completamente de acuerdo con el ex banquero devenido en político.
Como la seguridad es una de las principales preocupaciones actuales en Francia, más de 50.000 policías estaban de guardia el domingo. Una serie de ataques de militantes en París, Niza y otras localidades han dejado más de 230 muertos desde 2015.
El patio del Museo del Louvre, en París, donde Macron tiene programado pronunciar un discurso tras conocerse los resultados, fue evacuado por un breve período el domingo tras el hallazgo de una mochila sospechosa.
(Reporte adicional de Ingrid Melander, Marina Depetris, Bate Felix y Sybille de la Hamaide.; Traducido por la Redacción de Madrid/Mesa Santiago. Editado por Patricio Abusleme vía Mesa Santiago)