Por Ingrid Melander
PARÍS (Reuters) - Los franceses votaban el domingo en la primera ronda de unas elecciones presidenciales muy reñidas y que se consideran clave para el futuro de Europa, en las que se espera que los ciudadanos muestren lo enfadados que están con la clase dirigente.
Más de 50.000 policías respaldados por unidades de élite de los servicios de seguridad patrullaban las calles francesas, menos de tres días después de que un supuesto islamista disparó a un policía e hirió a otros dos en la Avenida de los Campos Elíseos.
Los cerca de 47 millones de votantes decidirán, bajo fuertes medidas de seguridad, si apoyan a un recién llegado centrista proeuropeo, a un veterano conservador asediado por los escándalos que quiere reducir el gasto público, a un euroescéptico de extrema izquierda admirador de Fidel Castro o eligen a la primera mujer presidenta de Francia que cerraría las fronteras y saldría del euro.
El resultado se seguirá de cerca en todo el mundo en busca de cualquier señal de si continúa aumentando una tendencia populista que vio como Reino Unido decidió salir de la UE y Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos o si comienza a decaer. Una gran cantidad de votantes franceses indecisos contribuía a la incertidumbre.
Hanan Fanidi, una gerente de proyectos financieros de 33 años, dijo que todavía no estaba segura por quién votar al llegar a una mesa de electoral en el distrito 18 de París.
"No creo en nadie actualmente. No ha llegado un candidato en particular que podría hacer avanzar las cosas. Soy muy, muy pesimista", sostuvo.
Emmanuel Macron, de 39 años, un exbanquero centrista que creó su partido hace tan solo un año, es el favorito de los sondeos de opinión para ganar la primera vuelta y vencer a la líder de extrema derecha del Frente Nacional, Marine Le Pen, en la segunda ronda que enfrentará a dos candidatos el 7 de mayo.
La clasificación de los dos a la segunda vuelta representaría un terremoto en el escenario político, puesto que la segunda ronda no contaría con ningún candidato de los tradicionales partidos que han gobernado Francia durante décadas.
"No sería el enfrentamiento clásico de izquierda contra derecha, sino dos visiones del mundo en colisión", dijo Jerome Fourquet, de la encuestadora Ifop, "Macron se define a si mismo como el progresista contra los conservadores y Le Pen como la patriota contra la globalización".
Pero el conservador François Fillon podría hacer una reaparición después de caerse de entre los favoritos durante meses por un escándalo sobre trabajos falsos y los apoyos del izquierdista Jean-Luc Melenchon han subido en las últimas semanas. Cualquiera de los cuatro tiene posibilidades de pasar a la segunda ronda.
Los siete otros candidatos -- el del gobernante Partido Socialista Benoit Hamon, dos troskistas, tres nacionalistas y un abogado reconvertido en centrista -- están muy por detrás en las encuestas.
Poco antes del mediodía (1000 GMT), la participación de los votantes en medio de un día luminoso y con cielos despejados en gran parte de Francia era del 28,54 por ciento, según cifras oficiales, aproximadamente la misma que en la primera ronda de 2012, en la que casi el 80 por ciento de los votantes participó.
Algunas encuestas habían predicho una participación mucho menor, más cercana al 70 por ciento que llevó al entonces líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, a la segunda ronda en 2002. Los encuestadores no tienen claro lo que podría significar una baja o alta participación en estos comicios.