PARIS (Reuters) - Francia, Alemania y el Ejecutivo de la Unión Europea prometieron ayuda el lunes a Italia para contener el flujo de inmigrantes que llega en embarcaciones desde África, acordando apoyar con entrenamiento y recursos a los guardacostas en Libia así como reubicar a los solicitantes de asilo con más rapidez.
Pero no hicieron referencia directa al llamamiento de Roma para que las naciones del bloque europeo contribuyan a reducir la presión sobre Italia permitiendo que las balsas de inmigrantes lleguen a sus puertos.
Los ministros del Interior de Italia, Alemania y Francia, así como los responsables sobre migración de la Unión Europea, se reunieron el domingo en París de cara a la cita ministerial del bloque el jueves en Tallin.
La Comisión Europea dijo que presentaría una serie de medidas "para reducir los flujos" de inmigrantes en el Mediterráneo central después de una reunión de los líderes el martes, que serán debatidas posteriormente en la reunión del jueves en la capital de Estonia.
En una escueta declaración conjunta, los ministros también acordaron diseñar un código de conducta para las organizaciones no gubernamentales que operan en el Mediterráneo, aumentar la asistencia a la Organización Internacional para las Migraciones y destinar más apoyo al análisis sobre cómo fortalecer las fronteras libias.
"Estamos pidiendo que el trabajo sea compartido", declaró el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, en una conferencia en la FAO poco antes de que fuese divulgada la declaración. El líder italiano dijo que esto era necesario para "evitar que la situación en Italia se vuelva insostenible".
En lo que va de este año Italia ha acogido a unos 82.000 inmigrantes y refugiados, un tercio más que hace un año, lo que la convierte en el principal punto de entrada a Europa, un hecho que influye cada vez más en la política interna. En las elecciones del mes pasado, los votantes castigaron al partido de gobierno en favor de grupos de derecha que han prometido línea dura contra la inmigración.
Un portavoz de la Comisión declinó hacer comentarios cuando fue consultado si las medidas propuestas podrían contemplar que embarcaciones de la ONU lleven a los inmigrantes a otros países, sobre todo Francia y España, en lugar de Italia. Roma ha amenazado con cerrar sus puertos y consiguió el apoyo de la Comisión para su llamamiento a la cooperación regional.