Por Clara-Laeila Laudette
MADRID, 23 oct (Reuters) - La decisión del Gobierno de sacar los restos de Francisco Franco de un mausoleo nacional no es más que un acto de campaña electoral antes de las elecciones del próximo mes, dijo el miércoles el nieto mayor del difunto dictador, que comparte nombre con su abuelo.
Francisco Franco y Martínez-Bordiu protagonizará la ceremonia de este jueves en el Valle de los Caídos, en las afueras de Madrid.
El descendiente del dictador critica tanto a los políticos como al poder judicial por permitir que se proceda a la exhumación de su abuelo y a la nueva sepultura en una capilla familiar cercana.
"Considero que es una profanación en toda regla, con la complicidad del Gobierno y otras instituciones de la nación y la Iglesia", dijo a Reuters a última hora del miércoles desde su casa en un distrito de Madrid donde hay numerosas embajadas.
"Siento mucha rabia por haber utilizado una cosa tan cobarde como exhumar un cadáver como propaganda y publicidad política ante unas elecciones (del 10 de noviembre) e intentar ganar un puñado de votos".
La exhumación ha estado en la agenda del Gobierno socialista en funciones desde hace mucho tiempo, y fue ratificada por el Parlamento y avalada por el Tribunal Supremo, que considera que está en consonancia con la ley de 2007 de Memoria Histórica, la cual promueve el reconocimiento de los que sufrieron bajo el régimen de Franco.
El mismo tribunal rechazó un recurso contra la exhumación presentada por la familia Franco, a la que las autoridades también denegaron la autorización para cubrir el ataúd con la bandera nacional e invitar a los medios de comunicación a la ceremonia.
"Han intentado restringir el acceso a ese punto porque quieren sus propias fotografías, sus propias imágenes. Es absurdo que se nieguen a dejarnos cubrir el ataúd con la bandera de España", dijo.
"Ellos lo han enterrado donde han querido, como han querido y han pasado por encima de cualquiera de los derechos que nosotros hemos intentado defender."
Más de cuatro décadas después de la muerte del dictador en 1975, la exhumación ha generado polémica en un país donde las divisiones sobre su legado siguen siendo muy fuertes.
Una encuesta de El Mundo de este mes mostró que el 43% de los españoles estaba a favor de la medida, mientras que el 32,5% se oponía.
Los partidarios de Franco consideran que con su férreo control del país fomentó el período de paz más largo de España después de siglos de agitación.
Los contrarios a su régimen, por su parte, han cuestionado durante mucho tiempo la conveniencia de que el hombre que desencadenó una guerra civil en la que murieron cientos de miles de personas estuviera enterrado junto con algunas de sus víctimas. Miles de republicanos muertos fueron trasladados al Valle de los Caídos sin el consentimiento de sus familias.
Para el nieto de Franco, de 64 años, el impacto de la exhumación tiene paralelismos con otra crisis política, en este caso concentrada en una región nororiental de España.
"(Esto) lo único que ha hecho es dividir al país para crear rojos y azules, separatistas y unionistas porque es la única forma de crear un voto cautivo. Es como los CDRs en Cataluña", dijo, en referencia a grupos de activistas independentistas catalanes.
(Información de Clara-Laeila Laudette; editado por John Stonestreet y Lincoln Feast; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdansk)