Por Maher Chmaytelli
BAGDAD (Reuters) - La ofensiva respaldada por Estados Unidos para aplastar al Estado Islámico en su último gran bastión en Irak entró el jueves a su segundo mes, mientras las fuerzas que combaten al grupo suní de línea extremista intentaban finalmente cercar Mosul desde todas las direcciones.
Los milicianos han estado retrocediendo de manera constante desde áreas alrededor de Mosul y hacia la ciudad desde el inicio de la batalla el 17 de octubre, con respaldo aéreo y terrestre de una coalición liderada por Estados Unidos.
El servicio de contraterrorismo, una unidad de élite del Ejército, traspasó los límites orientales de la ciudad por primera vez hace dos semanas. Otras unidades del Ejército aún deben entrar por el lado norte y sur.
Otro avance tuvo lugar el miércoles, cuando milicias respaldadas por Irán anunciaron la captura de una base aérea al oeste de Mosul, parte de su campaña para interrumpir la ruta entre las partes siria e iraquí del califato declarado por Estado Islámico en 2014.
La captura de la base de Tal Afar también ofrece a las fuerzas principalmente chiíes una plataforma para lanzar operaciones contra blancos del Estado Islámico dentro de Siria y resalta el potencial de la operación en Mosul para redefinir el poder estratégico en el norte de Irak.
Al este de Mosul, fuerzas peshmerga kurdas también están tomando territorios bastante lejos de las fronteras tradicionales de su región autónoma.
Las autoridades iraquíes han declinado entregar un calendario para la recaptura de la ciudad, pero probablemente durará meses. Los milicianos han lanzado varios contraataques contra el avance de fuerzas en letales combates urbanos en estrechas calles aún llenas de residentes.
Según estimaciones de militares iraquíes, en Mosul aún habría entre 5.000 y 6.000 combatientes del Estado Islámico que se enfrentan a una coalición de 100.000 efectivos, entre fuerzas del Gobierno iraquí, combatientes kurdos y unidades paramilitares chiíes.
La organización no gubernamental Human Rights Watch dijo el jueves que el Estado Islámico mató a más de 300 expolicías el mes pasado y que fueron enterrados en una fosa común en la ciudad de Hammam al-Alil, al sur de Mosul.