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Londres, 17 mar (EFE).- La Autoridad Bancaria Europa (EBA) ha endurecido los criterios en los que se basarán los nuevos test de solvencia de las entidades financieras, que afectarán al menos a la mitad del sector bancario de cada uno de los 27 países miembros de la UE y examinará sus balances al cierre de 2010.
De acuerdo con los nuevos escenarios y la metodología de las nueva pruebas de estrés, un elevado número de entidades financieras que representan el 65% de los activos bancarios de la UE -entre 80 y 90 según diversas fuentes- se someterán a estas pruebas de aquí a mediados de junio, fecha en la que se publicarán los resultados.
Las pruebas tienen como objetivo principal probar la resistencia de los bancos europeos a reveses en el escenario económico y su capacidad para hacerles frente, así como identificar puntos débiles y soluciones, como el fortalecimiento de los niveles de capital.
Como en el pasado, los test serán coordinados por la Autoridad Bancaria Europea como órgano independiente, en coordinación con el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico (ESRB por sus siglas en inglés), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE).
Según manifestó la EBA, el escenario adverso, diseñado por el BCE, es más severo que el de las pruebas de solvencia de 2010, que fueron criticadas desde algunos sectores que consideraron que ponían las cosas muy fáciles a los bancos.
La EBA aclaró que la severidad es en términos de desviación del pronóstico de crecimiento base de la economía europea y de la probabilidad de que esa desviación se materialice.
El punto de partida es el último pronóstico de la Comisión Europea, que espera un crecimiento económico en la UE del 1,7 % entre 2010 y 11, y del 2 % en 2012; una tasa de paro del 9,5 % en 2011 y del 9 % en 2012, y una inflación del 2 % en 2011 y del 1,75 % en 2012.
Frente a eso, el escenario que se plantea es que el crecimiento del PIB de la UE se reduce en un 1,3 % en 2011 y en un 1,5 % en 2012, combinado con una reducción del PIB mundial del 1,5 % en 2011 y del 0,3 % en 2012, lo que afectará negativamente a las exportaciones.
Combinando estas cifras, el efecto es una reducción del crecimiento real del PIB comunitario del 2 % en 2011 y en 2012, cifras que en el ejercicio de estrés bancario del año pasado se situaron en el 0,9 % para 2010 y el 2 % para 2011.
En comparación con el pronóstico de la CE, esto supondría a efectos de esta prueba que el PIB en el conjunto de la UE retrocede un 0,4 % en 2011 y que tiene un crecimiento nulo en el año 2012.
En el caso del desempleo, el escenario es de que alcance el 10 % en 2011 y el 10,4 % en 2012, y en el de la inflación que se sitúe en el 1,4 % en 2011 y en el 0,35 % en 2012.
El escenario adverso también incluye una prueba específica de estrés de la deuda soberana en la Unión Europea, que deriva en una caída aún mayor del precio de algunos de los bonos de la zona del euro con respecto a los peores niveles registrados a finales de 2010, y una caída generalizada de los mercados bursátiles.
El test fija un diferencial medio con respecto al bono alemán de 65,8 puntos básicos y una caída de las bolsas del 14,3 % entre 2011 y 2012.
En cuanto al mercado inmobiliario, el escenario que se plantea es de una caída de precios del 3,8 % en 2011 y del 11,6 % en 2012.
La metodología y las hipótesis, explicó la EBA, se han diseñado con el objetivo de garantizar que las pruebas se aplican de manera consistente en todos los bancos participantes en este ejercicio.
Otra de las novedades importantes en las pruebas de este año es que se fija un balance general estático, que "congela" los balances generales de los bancos a finales de 2010, con lo que se quiere evitar que las entidades sorteen los test diversificando en otros negocios o vendiendo activos arriesgados que mitiguen el nivel de exposición.
Los requisitos de capital se elaborarán a partir del índice de base categoría 1 ("core tier 1 capital"), que también serán más restrictivos, según la EBA, que el umbral empleado el año pasado.
Todavía se está definiendo el criterio común que establecerá ese índice de capital, que se aplicará de manera uniforme en la eurozona.
El presidente de la EBA, Andrea Enria, destacó que habrá un "aumento asumido del coste de la financiación para los bancos, las correspondientes implicaciones para su rentabilidad y, por lo tanto, la adecuación de capital".
Esto último "también ayudará a tener un escenario más conservador en comparación con las pruebas del año pasado", afirmó Enria.
Lo que no se evaluará de una manera específica es el riesgo de liquidez, ya que los perfiles de liquidez de las principales instituciones está siendo examinada de manera específica.
No obstante, sí se considerará la evolución de los costes de financiación conectados con la estructura financiera específica de los bancos evaluados, y en particular el impacto de los incrementos de los tipos de interés en activos y pasivos, incluido el impacto del estrés soberano en los costes de financiación. EFE