Pekín, 14 feb (EFE).- La UE y China dejaron hoy claro que la crisis en la zona euro no conviene tampoco a Pekín que desea la estabilidad del euro y que no bajen sus exportaciones por lo que el primer ministro chino, Wen Jiabao, afirmó que el gigante asiático está dispuesto a implicarse más en la solución.
"China está dispuesta a (participar) más en la solución de la crisis de la deuda soberana europea y para ello impulsaremos la comunicación y la coordinación con la UE", dijo el jefe del Ejecutivo chino a la prensa.
Wen recibió en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, acompañado del de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, para analizar la crisis en la zona euro, la gobernanza económica global, el cambio climático, la paz regional y otros asuntos bilaterales.
Tras una hora de conversaciones, que los dirigentes europeos continuarán mañana con el presidente, Hu Jintao, y el viceprimer ministro, Li Keqiang, los tres comparecieron ante la prensa.
Además de decir que la UE aprecia que China sacara de la pobreza a cientos de millones de chinos en una generación, van Rompuy añadió que "eso debe acompañarse del respeto a los derechos humanos y al Estado de Derecho", y destacó los diálogos bilaterales al respecto.
Sobre el apoyo financiero chino al rescate de la zona euro, van Rompuy afirmó que "China debe adoptar sus propias decisiones. Invirtió en bonos de deuda soberana de varios países y en instrumentos europeos de estabilidad financiera. Hemos acordado efectuar consultas y cooperar".
Ambas partes se comprometieron también hoy a fortalecer su cooperación en la ONU y el G20 para que, como primer foro de cooperación económica internacional, desempeñe un mayor papel en la gobernanza mundial.
Wen destacó la importancia de impulsar el comercio en momentos de recesión global, para lo que propuso, dijo, expandir las inversiones respectivas, el crecimiento sostenido, la cooperación en tecnología y energía y lanzar una asociación para la urbanización sostenible en China, donde la población urbana ya supera a la rural.
"Afrontamos desafíos enormes y necesitamos más reformas. El consenso alcanzado servirá hoy para impulsar la relación bilateral y hacerla más dinámica", algo en lo que coincidió van Rompuy al afirmar ante la prensa que "lo que pasa en la UE afecta a China y viceversa".
El presidente del Consejo Europeo reiteró la voluntad de la UE de preservar la estabilidad financiera e impulsarla, para lo que también agradeció el compromiso expresado hoy por Wen.
Según Barroso, "no hay duda de que la UE avanzará en la unión monetaria, fiscal, y, creo que en el futuro, política. Analizamos cómo hacernos más fuertes".
Un comercio bilateral de 1.000 millones diarios y que China será pronto el principal mercado para la UE (que ya lo es para China) llevó hoy los dirigentes a destacar la importancia del libre acceso a los mercados respectivos, evitar el proteccionismo y fomentar inversiones, para lo que negociarán un acuerdo.
El Plan Quinquenal de China que establece el impulso de la innovación, investigación y tecnología, también ofrece oportunidades a la cooperación en macroeconomía, comercio y finanzas, dijeron.
La voluntad reiterada por China de implicarse en la solución de la crisis de la deuda soberana, como le piden reiteradamente dirigentes de los países miembros y de la UE, se basa, según expertos chinos en razones tanto políticas como económicas.
Según la Administración General de Aduanas de China, las exportaciones a los 27 países miembros de la UE aumentaron el 13,4 por ciento en el mes de diciembre de 2011 respecto a noviembre, la menor subida mensual desde noviembre de 2009.
El déficit comercial bilateral favorable a China bajó también en noviembre de 2011 unos 12.000 millones de dólares respecto a octubre, en un comercio que alcanzó en todo el año la marca histórica de 560.000 millones de dólares.
Las exportaciones representan el 40 por ciento del PIB de China y fueron de 244.000 millones de euros en los diez primeros meses de 2011 y las de la UE a China con un aumento del 21 por ciento hasta los 112.000 millones de euros. EFE