Por Tom Westbrook y Kate Ashton
SÍDNEY (Reuters) - El actor ganador de un Oscar, Geoffrey Rush, tocó el busto de su coprotagonista y la humilló con insinuaciones sexuales durante una producción de "El Rey Lear", dijo la actriz ante un tribunal australiano el martes, mientras News Corp (NASDAQ:NWS) defendió la publicación de algunos detalles de sus demandas.
En el primer caso de difamación en Australia en la era del #MeToo, Rush demanda al brazo australiano de News Corp por una serie de artículos que afirman que el actor había recibido una denuncia de la Compañía de Teatro de Sídney en su producción de "El Rey Lear" de 2015.
Bajo el titular "REY LASCIVO" y en artículos posteriores, el diario Daily Telegraph de Sídney publicó el año pasado que el actor, en el papel principal, había sido acusado por su coprotagonista de comportamiento inapropiado no especificado.
Los artículos no nombraban a la denunciante ni dieron detalles sobre la conducta del actor, pero la actriz Eryn Jean Norvill, quien interpretaba a Cordelia, la hija de Lear, fue citada para dar testimonio por News Corp, que defiende sus publicaciones.
Rush, de 67 años, una estrella del teatro australiano, que ganó el Oscar a Mejor Actor por "Shine" en 1997 y que ha participado desde entonces en la saga de "Piratas del Caribe", ha negado haber tenido un comportamiento inapropiado.
Pero Norvill, cuya voz se quebró varias veces por la emoción durante una audiencia en la Corte Federal de Sídney, dijo que Rush se comportaba constantemente de manera inadecuada hacia ella y otras mujeres de la obra.
"Me miraba y sonreía y ponía sus manos en forma de taza y se relamía los labios, levantaba las cejas, abría los ojos, a veces como que rugía", dijo Norvill.
En un ensayo, cuando estaba haciéndose la muerta en una escena, Norvill dijo que abrió sus ojos y descubrió a Rush simulando tocar sus senos. En una interpretación de la escena, contó que Rush acarició su pecho derecho levemente con sus dedos.
"No parecía un accidente", dijo la actriz y agregó que ese comportamiento la hizo sentir humillada, denigrada y que la puso en "alerta máxima" respecto a Rush, a quien admiraba previamente.
La actriz no se enfrentó a él en ese momento, dijo, porque ella "estaba en el último escalón en términos de jerarquía y Geoffrey estaba definitivamente en el máximo lugar".
Rush dijo anteriormente al tribunal que las historias del Telegraph implicaban que era un pervertido o culpable de una grave depravación y que no se ajustaban a su recuerdo de la producción.
Una portavoz de Shanahan, la firma que representa a Rush en Sídney, declinó hacer declaraciones.
(Editado en español por Lucila Sigal)