(Reenvía para corregir carácter en el titular)
Por Rozanna Latiff y Sam Nussey
TOKIO, 5 ago (Reuters) -El joven español Alberto Ginés López se colgó el jueves la primera medalla de oro de la historia en escalada, en una apasionante final masculina en el debut olímpico de este deporte.
Nathaniel Coleman, de Estados Unidos, se llevó la medalla de plata, mientras que el austriaco Jakob Schubert superó una enorme desventaja en la clasificación para salir airoso de la prueba decisiva de la competición y conseguir el bronce.
La competición olímpica de escalada, que se celebra por primera vez en Tokio, requiere que los atletas compitan en tres pruebas y que las puntuaciones se combinen para encontrar un ganador final.
La primera prueba es la de velocidad, una carrera cara a cara por una pared de 15 metros, a la que sigue la de búlder, que consiste en utilizar la capacidad para resolver problemas con el fin de superar los obstáculos colocados a lo largo de un muro de poca altura. La última prueba, la escalada en plomo, es una escalada cronometrada que pone a prueba la resistencia de los atletas.
Con ocho finalistas, la competición del jueves fue muy reñida después de que tres escaladores -el estadounidense Coleman, el francés Mickael Mawem y el japonés Tomoa Narasaki- salieran empatados con seis puntos tras las dos primeras pruebas.
El español Ginés López ocupó el primer puesto en la primera prueba de velocidad, pero cayó al cuarto lugar de la clasificación tras una mala actuación en la prueba de búlder.
Sin embargo, el joven de 18 años ofreció una sólida actuación en la prueba principal, terminando en cuarto lugar, lo que le permitió situarse en lo más alto de la clasificación general y conseguir el oro inaugural de este deporte.
El checo Adam Ondra, considerado como uno de los favoritos al oro antes de los Juegos, parecía que iba a ser medallista por detrás del español a pesar de sus malos resultados en la velocidad y el búlder, superando a sus rivales para llegar a la 40ª posición en cabeza.
Pero el austriaco Schubert, el último escalador del evento y que ocupaba la séptima posición al entrar en la prueba de escalada de plomo, se esforzó por superar la marca de Ondra y llegar a la cima, siendo el único finalista que lo hizo.
El esfuerzo del atleta de 30 años fue suficiente para subir su puntuación a la tercera posición y hacer subir a Coleman a la segunda, mientras dejaba fuera a Ondra y a otros contendientes como el favorito local Narasaki y el francés Mawem, que habían encabezado la clasificación del martes.
Bassa Mawem, hermano de Mickael, se retiró de la final tras sufrir una rotura muscular durante la clasificación masculina del martes. Quedó octavo en la general.
El formato combinado, poco habitual, ha sacado a los atletas de su zona de confort, y el sistema de clasificación ha creado muchas posibilidades de que haya sorpresas. Además, las condiciones de humedad en Tokio han hecho que los agarres estén resbaladizos, poniendo a prueba la fuerza de los escaladores.
Mientras que este formato favorece a los escaladores de todo tipo en Tokio, la escalada se dividirá en velocidad y en una prueba combinada de búlder y plomo en los Juegos de París de 2024.
(Reporte de Rozanna Latiff; edición de Himani Sarkar; traducción de Flora Gómez y José Muñoz)