Por Elizabeth Piper y William James
LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, buscará evitar el miércoles una derrota en el Parlamento sobre sus planes comerciales pos-Brexit, un día después de que desactivó una rebelión en su propio partido en torno al proyecto para salir de la Unión Europea.
En el segundo día de debate sobre los cambios al proyecto de ley del Gobierno de May para concretar el Brexit, los legisladores votarán las enmiendas realizadas por la Cámara alta del Parlamento acerca de la relación de Reino Unido con la unión aduanera del bloque y el mercado único.
La primera ministra derrotó el martes una rebelión en el Parlamento, pero no sin antes tener que comprometerse a entregar más control a los legisladores sobre la salida de Reino Unido de la UE.
La relación futura de los británicos con el bloque, que definirá su comercio por décadas, se ha vuelto el punto de inflexión de las divisiones dentro del Partido Conservador de May acerca del Brexit. Con el compromiso, la primera ministra ganó tiempo para delinear una posición comercial consensuada con sus ministros.
El traspié de la votación del martes, que finalmente ganó el gobierno, podría haber dado al Parlamento el poder de obligar a los ministros a volver a la mesa de negociaciones.
El miércoles, la decisión sobre si permanecer como miembro del Área Económica Europea (EEA por su sigla en inglés), que brinda a los países acceso al mercado único a cambio de aceptar la libertad de movimiento de ciudadanos, bienes, servicios y capital, podría exponer las profundas divisiones al interior del Partido Laborista, la principal fuerza opositora británica.
Previamente este mes, la cúpula laborista delineó sus propias enmiendas sobre el tema del EEA, reclamando una votación acerca de la negociación de un nuevo acuerdo de mercado único con el bloque.
"Ahora es el turno del laborismo de mostrar su disfunción", dijo un legislador del partido.