Por Will Dunham
WASHINGTON (Reuters) - El mundo de la ciencia se mantiene expectante ante la posibilidad de que en la tarde del miércoles un equipo científico internacional presente un logro histórico en astrofísica, la primera foto de un agujero negro, una hazaña que pondrá a prueba la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.
Los agujeros negros son entidades celestiales fenomenalmente densas con campos gravitatorios tan poderosos que la luz y la luz no pueden escapar, lo que los hace extraordinariamente difíciles de observar a pesar de su gran masa.
Hay ruedas de prensa simultáneas convocadas en Washington, Bruselas, Santiago, Shangái, Taipéi y Tokio para revelar un "resultado innovador" del proyecto Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT por sus siglas en inglés), iniciado en 2012 para observar directamente el entorno inmediato de un agujero negro utilizando una red global de telescopios.
El horizonte de sucesos de un agujero negro es el punto de no retorno a partir del cual cualquier cosa (estrellas, planetas, gas, polvo y todas las formas de radiación electromagnética) es tragada por el agujero negro. El proyecto se centró en dos agujeros negros supermasivos situados en el centro de diferentes galaxias.
La conferencia de prensa de Washington convocada por la Fundación Nacional de Ciencia de EEUU está programada para las 9 am (1300 horas GMT) del miércoles. Entre los ponentes están el astrofísico Sheperd Doeleman, director del Telescopio del Horizonte de Sucesos en el Centro de Astrofísica, Harvard & Smithsonian.
La investigación pondrá a prueba la teoría de la relatividad general presentada en 1915 por Einstein, el famoso físico teórico, para explicar las leyes de la gravedad y su relación con otras fuerzas naturales.
La teoría de Einstein permite una predicción del tamaño y la forma de un agujero negro. Si los cálculos de la predicción resultan desviados, puede que sea necesario replantearse la teoría.
Esta parte no está relacionada con otro componente clave de la teoría de la relatividad de Einstein: su teoría de la relatividad especial de 1905, que forma parte de la base de la física moderna. La teoría de la relatividad especial explica la relación entre el espacio y el tiempo.
Uno de los agujeros negros, Sagitario A*, está situado en el centro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, que posee 4 millones de veces la masa de nuestro Sol y se encuentra a 26.000 años luz de la Tierra. Un año luz es la distancia que recorre la luz en un año, 5,9 billones de millas (9,5 billones de kilómetros).
El segundo, el M87, se sitúa en el centro de la vecina galaxia Virgo A, con una masa 3.500 millones de veces mayor que la del Sol y a 54 millones de años luz de la Tierra. El M87 genera en su exterior un chorro de partículas subatómicas gigantesco que se desplaza a casi la velocidad de la luz.
Los agujeros negros, que pueden tener diversos tamaños, se forman cuando se extinguen estrellas enormes al final de su ciclo de vida. Los agujeros negros supermasivos son los más grandes, ya que crecen en masa a medida que devoran materia y radiación, posiblemente fusionándose con otros agujeros negros.
El hecho de que los agujeros negros no permitan que la luz se escape dificulta su visualización. Los científicos buscarán un anillo de luz -materia interrumpida y radiación que circula a una velocidad tremenda en el borde del horizonte de eventos- alrededor de una región de oscuridad que representa el verdadero agujero negro. Esta zona se conoce como sombra o silueta del agujero negro.
Los científicos dicen que la forma de la sombra sería casi un círculo perfecto en la teoría de la relatividad general de Einstein, y si resulta que no lo es, hay algo incorrecto con la teoría.
Los investigadores del proyecto obtuvieron los primeros datos en abril de 2017 con telescopios en los estados de Arizona y Hawái (EEUU), así como en México, Chile, España y la Antártida. Desde entonces, se han agregado telescopios en Francia y Groenlandia a la red global.
(Información de Will Dunham; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)