Por Crispian Balmer
ROMA (Reuters) - Italia se afanaba el martes en el traslado a otros barcos de parte de los inmigrantes hacinados en el buque humanitario Aquarius, desoyendo las solicitudes de algunas ONG que piden su desembarco inmediato.
Los más de 600 inmigrantes del Aquarius, entre ellos 11 niños y siete mujeres, navegan sin rumbo en el Mediterráneo desde el domingo, después de que Italia y Malta bloqueasen el acceso a sus puertos.
De forma inesperada, España ofreció al lunes acoger a los inmigrantes, que fueron rescatados en las costas de Libia el fin de semana, pero más de 16 horas después el Aquarius seguía a la espera de instrucciones mientras las autoridades italianas preparaban la logística del viaje.
Médicos sin Fronteras (MSF), la ONG que opera el barco junto con SOS Mediterranée, dijo el martes que Italia quería transferir parte de los 629 inmigrantes a otros barcos para luego llevarlos todos juntos al puerto español de Valencia.
"Este plan implicaría que unas personas rescatadas ya exhaustas tendrían que soportar 4 días más de viaje por mar", dijo en Twitter la organización no gubernamental. "Pedimos que la seguridad de las personas se anteponga a la política".
MSF añadió: "La mejor opción sería desembarcar a las personas rescatadas en el puerto más próximo, tras lo cual pueden ser transferidas a España u otros países seguros para su tratamiento y el procedimiento legal".
Pero el nuevo gobierno antisistema italiano, que está presionando a la Unión Europea para que cambie la normativa comunitaria de inmigración, no parecía ceder a pesar de las advertencias de que una tormenta con olas de más de dos metros estaba en camino.
"Esta mañana enviaremos barcos y botes para llevarlos a España", dijo a Radio Capital el ministro de Transporte, Danilo Toninelli, que añadió que Italia había enviado nuevas provisiones al Aquarius antes de un viaje que podría prolongarse durante tres días.
MÁS INMIGRANTES EN CAMINO
Mientras Italia trabajaba para llevar el Aquarius a España, un barco de la guardia costera con 937 inmigrantes a bordo se dirigía al norte desde las costas de Libia con previsión de atracar en Sicilia el miércoles.
"Nadie debería atreverse a tildar a Italia o a su gobierno de inhumano o xenófobo", dijo Toninelli.
Sin embargo, las ONG cuestionaron por qué al barco guardacostas se le iba a permitir atracar en Italia y a los inmigrantes del Aquarius, que han estado en el mar durante más tiempo, no.
"¿Por qué las 629 personas del Aquarius tienen que seguir sufriendo? Las ONG no hacen nada diferente de lo que hace el guardacostas", escribió Sea Watch en Twitter. "Toda una maniobra política... ¿a costa del sufrimiento ajeno?", lamentó la ONG.
Esta crisis se produce antes de la cumbre de la Unión Europea que se celebrará este mismo mes y en la que podrían estudiarse cambios a la ley de asilo comunitaria para compartir mejor la entrada de inmigrantes entre los países del bloque.
Más de 1,8 millones de personas han entrado en Europa desde 2014, de los que más de 600.000 han llegado a Italia, donde el creciente sentimiento antieuropeo y contrario a la inmigración en Italia se ha visto reflejado en las urnas.