Por Nidal al-Mughrabi
GAZA (Reuters) - Casi la mitad de la Franja de Gaza es una zona de riesgo ante los bombardeos de las fuerzas israelíes tras casi tres semanas de enfrentamientos, por lo que no sólo los vivos sino también los muertos buscan un lugar seguro para descansar.
Muchas tumbas, al igual que barrios enteros donde residían cientos de miles de personas, están en áreas demasiado peligrosas para acercarse, lo que ha hecho que algunas familias coloquen a sus muertos en viejas u ocupadas criptas en áreas más seguras.
Un cartel en el Cementerio de los Mártires, en el norte de Gaza, advertía de que estaba repleto, como muchos otros en el atestado enclave costero, pero esto no frenó a los cortejos fúnebres.
Los sepultureros dijeron que habían optado por enterrar a dos personas en una misma tumba, o abrir panteones familiares para añadir un nuevo cuerpo.
"En situaciones normales la gente va a otros cementerios en el norte o entierra a sus muertos en tumbas separadas. Pero nada es normal en estos días", dijo Abu Bilal, un sepulturero.
Secándose el sudor de la frente con un brazo, comentó que aunque había enterrado a cientos de víctimas de guerra, trabajar con niños asesinados aún lo afectaba.
"La muerte es dura, pero no puedo actuar normal cuando entierro a un niño asesinado por un misil israelí. La imagen de su sonrisa inocente no se va de mi memoria tan fácil", dijo a Reuters Bilal, padre de cinco niños.
Los médicos de Gaza dicen que más de 800 palestinos, la mayoría civiles, incluidos más de 100 niños, han muerto en la ofensiva israelí.
Israel dice que tiene cuidado de evitar víctimas civiles y ha advertido a los residentes de áreas fronterizas que abandonen el terreno que es objetivo de ataques para destruir los túneles transfronterizos utilizados por milicianos.
Israel ha perdido 33 soldados en la ofensiva y 3 civiles murieron por cohetes lanzados por Hamás.
Aunque la concentración de gente atrae la atención de los drones israelíes que consideran los espacios abiertos como potenciales lugares de lanzamientos de cohetes, Ali Hasan y un pequeño grupo de personas acudieron igualmente al cementerio.
El joven que fue sepultado murió en un ataque aéreo israelí contra su casa en Gaza central el miércoles. Los supervivientes huyeron, dejando a los equipos de rescate trabajando durante dos días para recuperar el cuerpo de los escombros.
"No solo Israel ha desplazado a los vivos obligándolos a buscar refugio, nuestros muertos tampoco pueden ser enterrados en tumbas separadas. Tienen que refugiarse con cuerpos de familiares", dijo Hasan.
Más de 150.000 personas han huido a refugios de Naciones Unidas, incluida una escuela que fue bombardeada el jueves, causando la muerte de 15 personas. Muchos otros se han mudado con familiares.