Por Michel Rose y Emma Farge
DAKAR/PARIS (Reuters) - El presidente de Francia, François Hollande, ordenó que las banderas de los edificios públicos ondearan a media asta por tres días a partir del lunes, en señal de duelo por la muerte de 118 personas, entre ellos 54 franceses, en un accidente de avión de la aerolínea Air Algerie en Mali.
Hollande, que se reunió por tres horas con familiares de las víctimas el sábado por la tarde, dijo que los restos de los franceses que iban en el avión serían repatriados y aseguró que garantizaría que los familiares puedan viajar al lugar de accidente si así lo quieren.
"Se erigirá una lápida para que nunca nadie olvide que en esa tierra, en ese lugar, murieron 118 personas", dijo Hollande en un discurso emitido por televisión.
Familiares de las víctimas de Burkina Faso, desde donde despegó el avión McDonnell Douglas MD-83 el jueves por la mañana, fueron llevados en helicóptero hasta el sitio donde cayó la aeronave para rendir homenaje a sus seres queridos.
El alcalde de la ciudad maliense de Gossi, cercana a donde ocurrió el desastre, dijo que algunos de los restos serían difíciles de recuperar.
"Hay cuerpos que no podrán ser recuperados porque están destruidos y triturados. Todo se quemó, incluso el bosque en un radio de 200 metros", dijo Moussa Ag Almouner.
"Esto es muy difícil de soportar para cualquier persona, es mejor no ir", sostuvo luego de visitar el lugar.
El mandatario francés confirmó las evidencias iniciales de que las malas condiciones climáticas probablemente fueron la causa del accidente, pero agregó que en este punto aún no se podía descartar otras explicaciones.
Se están realizando dos investigaciones por separado en torno al incidente, sostuvo.
Estados Unidos dijo el sábado que sus expertos habían localizado la segunda caja negra del vuelo AH5017 que se estrelló esta semana en el país de Africa Occidental.
Soldados franceses, holandeses y malienses de la fuerza de paz de Naciones Unidas cercaron el lugar del accidente, situado a unos 80 kilómetros al sur de la ciudad norteña de Gossi, cerca de la frontera con Burkina Faso.
La evidencia inicial del sitio del accidente indica que la aeronave se destruyó al impactar el suelo por la mañana del sábado poco después de haber despegado, lo que hace que un ataque sea improbable.