Por Krisztina Than y Marton Dunai
BUDAPEST (Reuters) - Una apabullante mayoría de húngaros previsiblemente rechazará las cuotas de inmigración de la Unión Europea en un referéndum el domingo, lo que debería dar un impulso al primer ministro Viktor Orban en casa y reforzarlo en sus pugnas con Bruselas.
Orban, que está en el poder desde 2010 y está entre los más acérrimos contrarios a la inmigración en la UE, ha sellado su frontera sur con una valla y miles de policías fronterizos en el último año.
Tras depositar su voto en un rico distrito de Budapest el domingo, Orban dijo a periodistas que iría a Bruselas la próxima semana para iniciar conversaciones, reforzado por el resultado del referéndum.
"Trataré, con ayuda del resultado y si es un resultado adecuado, lograr que no debamos ser obligados a aceptar en Hungría gente con la que no queremos vivir", dijo.
Añadió que su Gobierno podría modificar la Constitución tras la votación.
En una carta publicada en un diario el sábado, Orban instó de nuevo a que los húngaros envíen el mensaje a la UE de que las políticas migratorias tenían fallos y suponían una amenaza para la seguridad de Europa.
"Podemos enviar el mensaje de que nos corresponde sólo a nosotros, los ciudadanos europeos, si podemos forzar conjuntamente el sentido común en la Unión o dejar que se autodestruya", dijo en el Magyar Idok.
Aunque Budapest dice que la política migratoria debería ser un asunto de soberanía nacional, los grupos de derechos humanos han criticado a su Ejecutivo por alentar el temor y la xenofobia, y por el trato dado a los refugiados en la frontera.
Cientos de miles de inmigrantes huyeron el año pasado de la guerra y la pobreza en Oriente Próximo y cruzaron a Hungría en su camino hacia países más ricos en Europa occidental. Hungría registró este año alrededor de 18.000 pasos de frontera ilegales.
Alrededor de 1.500 personas se manifestaron en Budapest el viernes en contra del referéndum.
La línea dura de Orban sobre la inmigración le ha granjeado aliados en el centro de Europa. Los países excomunistas del este, ahora dentro de la UE, se oponen a una política que obliga a todos los miembros de la UE a aceptar una parte proporcional de los cientos de miles de personas que buscan asilo en el bloque.
Los sondeos muestran un apoyo del 80 por ciento a la opción que rechaza las cuotas de la UE entre los que iban a votar, aunque también mostró que la participación podría no alcanzar el 50 por ciento necesario para que el voto sea válido.
La votación terminará a las 1700 GMT. Los resultados preliminares se conocerán después de las 1800 GMT.
(Información de Krisztina Than, información adicional de Gergely Szakacs. Editado por Richard Balmforth y Jane Merriman)