MADRID (Reuters) - El líder del partido antiausteridad Podemos, Pablo Iglesias, cargó el miércoles con dureza contra sus principales rivales políticos desde la tribuna del Congreso, rechazando facilitar un Gobierno del candidato socialista, Pedro Sánchez, con quien mantuvo un tenso cara a cara y a quien acusó de haber capitulado en sus principios.
"Hoy asistimos a la primera entrega del plan de las oligarquías que temen el cambio verdadero en España", dijo Iglesias durante su intervención en el debate de investidura, que estuvo llena de vehemencia y gesticulaciones y en la que anunció su "no" a Sánchez en la votación de esta tarde.
La tirantez del debate hizo intervenir incluso al presidente del Congreso, Patxi López, que pidió que no se cayera en el insulto y la descalificación tras una queja airada de Iglesias por el tiempo de su uso de la palabra, demostrando la lejanía y casi hostilidad entre el Partido Socialista y Podemos.
Iglesias pidió en cualquier caso a Sánchez una rectificación para intentar gobernar juntos y alejarse del partido liberal Ciudadanos (C's), con quien ha acordado un pacto de Gobierno insuficiente para superar la sesión de investidura.
El líder de Podemos tuvo también palabras muy duras para el presidente de C's, Albert Rivera -a quien recomendó leer a Maquiavelo y dijo que podía convertirse en "marioneta de los poderosos"-, y para el Partido Popular, diciendo que muchos de sus miembros eran "hijos políticos del totalitarismo".
"Cuídese de la Naranja Mecánica señor Sánchez, un socio muy hábil que no dudará en entregarle al Partido Popular", dijo Iglesias en referencia a C's, añadiendo que esa era la segunda entrega "del plan del Ibex-35" para evitar que gobernara la izquierda.
El líder de Podemos acusó a Sánchez de no defender a los trabajadores, de haber hecho una "capitulación sonrojante" en materia tributaria, y dijo que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) había sido en el pasado "el partido de la corrupción, tráfico de influencias y crimen de Estado".
"Desconfíe de los consejos de quienes tienen manchado su pasado de cal viva", llegó a decir en referencia al expresidente del Gobierno Felipe González, en un intercambio de palabras lleno de tensión que no parece anunciar ninguna posibilidad de acuerdo futuro entre ambas formaciones.
MEDIDAS DE IZQUIERDA EN EL CONGRESO
En sus turnos de réplica, Sánchez insistió en su tesis de que la suma de la izquierda no bastaba para gobernar y dijo que no permitiría que la gobernabilidad descansara en partidos independentistas.
La referencia del líder socialista a una víctima de ETA antes de decir que Iglesias había llamado preso político a Arnaldo Otegi molestó especialmente al líder de Podemos, que calificó de "miserable" e "impropio de quien quiere ser presidente del Gobierno atacar a otro con las víctimas del terrorismo".
El líder socialista volvió sin embargo a tender la mano a Podemos y sus confluencias territoriales para tratar de conformar un Gobierno alternativo a Rajoy. "Me ofrezco a que aquellas cosas en que estemos de acuerdo y no estén en el acuerdo con Ciudadanos las podamos impulsar las mayorías de izquierda en el Congreso de los Diputados", dijo Sánchez.
"No es que no se pueda, es que ustedes sencillamente, no quieren", añadió, cuestionando la voluntad de Podemos de poner fin al bloqueo institucional y de "sacar a España del infierno en el que nos ha metido el señor Rajoy".
"Si hoy y el viernes vota con el señor Rajoy se habrá convertido en lo mismo que se había comprometido a cambiar", afirmó.