Por Praveen Menon
KUALA LUMPUR (Reuters) - El gobierno del primer ministro malasio Najib Razak dio su apoyo en el Parlamento esta semana a un código penal islámico que incluye amputaciones y lapidaciones, sorprendiendo a algunos de sus aliados y avivando los temores de nuevas tensiones en el país multiétnico.
Los críticos creen que el polémico primer ministro está usando la ley islámica "hudud" para apuntalar el respaldo de los votantes musulmanes malasios y defenderse de los ataques a su liderazgo antes de las eleciones parciales del mes que viene y las generales de 2018.
El jueves, el Gobierno presentó de forma inesperada en el Parlamento un proyecto de ley hudud que había sido propuesto por el grupo islámico Parti Islam se-Malasia (PAS).
Aunque el debate sobre la ley fue aplazado hasta octubre por el líder del PAS, Abdul Hadi Awang, su presentación al Parlamento provocó críticas de líderes de todo el espectro político, incluídos los aliados de la coalición gobernante Barisan Nasional, que representan a las comunidades étnicas de China e India.
Najib trató de aliviar las tensiones con sus aliados el viernes, diciendo que el proyecto de ley se estaba "malinterpretando".
"No es hudud, a lo que nos referimos es un castigo mejorado" dijo en rueda de prensa tras reunirse con los líderes del UMMO (siglas inglesas del gobernante Organización Nacional de Malayos Unidos) .
"Se aplica sólo en ciertos delitos y queda bajo la jurisdicción del tribunal de la Sharia y sólo es aplicable a los musulmanes. No tiene nada que ver con los no musulmanes".
Najib añadió que los castigos serían limitados y que no producirían lesiones ni sangre.
Antes, la Asociación Chino Malasia (MCA, según sus siglas inglesas), un partido clave en la coalición gobernante, dijo que la presentación de la ley hudud en el Parlamento era inconstitucional.
"Como hemos señalado en repetidas ocasiones, la aplicación de la ley hudud es contraria al espíritu de la Constitución Federal, y arruinaría la relación entre los grupos étnicos del país", dijo el presidente de la MCA, Liow Tiong Lai.
Los argumentos a favor y en contra de la introducción del hudud han dividido Malasia durante años. La mayoría de los estados del país del sudeste asiático implementan la sharia o sistema legal islámico, pero su alcance está restringido por la ley federal.
No obstante, la ley hudud parece condenada al fracaso porque la coalición liderada por la UMNO no cuenta con la mayoría de dos tercios necesaria para ser aprobada en el Parlamento.
El islamista PAS está presionando por una enmienda constitucional que permitiría aplicar el hudud en Kelantan, un estado del norte, donde están prohibidas las discotecas y hay bancos públicos separados para hombres y mujeres.
Muchos temen que esta medida abriría la puerta para que otros estados incorporasen el código penal islámico. El hudud estipula antiguos castigos religiosos para los musulmanes que violan la ley.