MADRID (Reuters) - El Ministerio de Interior de España mandó un mensaje el sábado a las fuerzas policiales españolas y catalanas para que garanticen la seguridad de cara a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre e instó a los Mossos d'Esquadra a que acaten las órdenes de su nueva cúpula, bajo tutela temporal de Madrid.
"Estamos en un tiempo nuevo. Y en este nuevo escenario los Mossos d´Esquadra volverán a ser la policía de todos los catalanes. A ello os debéis y así lo habéis demostrado desde que asumisteis las competencias en seguridad ciudadana y orden público", dijo Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, en una carta dirigida a los Mossos y a los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña.
El sábado el Ministerio de Interior español cesó al jefe operativo de la policía regional catalana, Josep Lluís Trapero, como parte de las primeras medidas de intervención del Gobierno central español en Cataluña para frenar las ambiciones independentistas en la región.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy ya anunció el viernes la destitución del director general de la policía autonómica catalana, Pere Soler, por su "vinculación con postulados de carácter político". En este caso, no será sustituido y sus responsabilidades serán distribuidas entre el nuevo secretario general de Interior, Juan Antonio Puigserver, y el nuevo jefe de los Mossos.
La policía autonómica, que dependerá del Ministerio de Interior mientras dure la intervención, ha estado en el punto de mira después de mantenerse al margen y permitir el referéndum independentista del 1 de octubre, que había suspendido el Tribunal Constitucional.
La lealtad de la policía autonómica a las órdenes de Madrid ya se había puesto en duda en las jornadas previas a la consulta, por su supuesta pasividad en la colaboración con las fuerzas españolas durante los operativos para desbaratar la logística de la votación.
Entre los Mossos reina la desconfianza entre aquellos que apoyan el movimiento independentista y los partidarios de la unidad de España. Además se sienten distanciados de la Policía Nacional y la Guardia Civil, según revelan entrevistas a agentes de los Mossos y la policía española.
OBEDIENCIA AL NUEVO JEFE
Zoido hizo un llamamiento el domingo a obedecer las órdenes de su nuevo jefe operativo, que hasta ahora era el número dos de Trapero.
"Conozco desde hace tiempo a Ferrán López y en breve podré de nuevo hablar directamente con él de los retos que tenemos en el horizonte para recuperar en su integridad la Constitución y el Estatut", dijo el titular de Interior.
El mismo Trapero -investigado por un presunto delito de sedición en relación a su actuación durante la consulta soberanista- acató el sábado su destitución y pidió a los 17.000 miembros del cuerpo autonómico que tengan lealtad y comprensión con su sustituto.
Además del cese del Govern al completo, Rajoy anunció el viernes la disolución del parlamento regional y la convocatoria de elecciones autonómicas en Cataluña, horas después de que la mayoría secesionista en el 'Parlament' aprobara una declaración de independencia unilateral (DUI) que no ha reconocido el Gobierno español ni la comunidad internacional.
Tras la entrada en vigor las medidas de intervención, una nota interna de los Mossos llamaba a la "neutralidad" en la crisis catalana, en un contexto de dudas sobre la posible desobediencia de los empleados públicos en Cataluña a las órdenes de Madrid.
Zoido pidió a las fuerzas de seguridad que trabajen de manera coordinada "cimentando una colaboración leal" con el fin de que las elecciones del 21 de diciembre se celebren con "libertad y seguridad".
"Quiero ir lejos, que no es otro destino que garantizar la normalidad democrática ante las elecciones del próximo 21 de diciembre, y quiero ir bien acompañado", dijo Zoido.
"Por ello os recuerdo, policías nacionales, guardias civiles y Mossos d´Esquadra, vuestra obligación de acatar órdenes, garantizar los derechos y libertades de todos", añadió.
España ha enviado a miles de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil de refuerzo a Cataluña, donde las manifestaciones a ambos lados del debate independentista han sacado a la calle a cientos de miles de personas.