Por Ahmed Rasheed y Timour Azhari
BAGDAD, 22 nov (Reuters) - El gobierno de Irak condenó los ataques aéreos estadounidenses perpetrados durante la noche al sur de Bagdad, en los que murieron ocho miembros del grupo paramilitar iraquí Kataib Hezbolá, afín a Irán, por considerarlos una "peligrosa escalada" no coordinada con las autoridades.
Estados Unidos ha llevado a cabo dos series de ataques en Irak desde el martes, en respuesta a más de 60 ataques de milicias alineadas con Irán contra sus fuerzas de la región, y ha destruido un centro de operaciones de Kataib Hezbolá y un nodo de mando y control.
Hasta esta semana, Estados Unidos se había mostrado reacio a tomar represalias en Irak debido a la delicada situación política en Bagdad, donde han buscado una cooperación más estrecha, y en un esfuerzo por evitar el desbordamiento regional de la guerra de Gaza.
Los ataques comenzaron el 17 de octubre y las milicias iraquíes los han relacionado con el apoyo estadounidense a Israel en su bombardeo de Gaza tras los ataques del grupo militante palestino Hamás contra Israel.
Kataib Hezbolá afirmó que los últimos ataques mataron a ocho de sus miembros en su bastión de Jurf al-Sakhar, al sur de Bagdad.
En un comunicado, amenazó con atacar una mayor variedad de objetivos si continuaban los ataques estadounidenses.
El gobierno iraquí condenó los ataques estadounidenses como "una clara violación de la soberanía y un intento de perturbar la estable situación de seguridad interna", al tiempo que señaló que los ataques de grupos armados iban en contra del interés nacional de Irak.
En un comunicado, afirmó que los ataques constituían una violación de la función consultiva de las fuerzas internacionales en Irak para luchar contra los restos del grupo militante Estado Islámico, un despliegue que varias facciones de la coalición gobernante musulmana chií de Irak afirman querer expulsar.
Kataib Hezbolá forma parte de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) de Irak, una coalición de muchos grupos armados principalmente musulmanes chiíes que se formó en 2014 para luchar contra el Estado Islámico y posteriormente fue reconocido como organismo oficial de seguridad por el gobierno de Irak.
El primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, tiene un control limitado sobre algunas facciones respaldadas por Irán, cuyo apoyo necesitó para ganar el poder hace un año y que ahora forman un poderoso bloque en su coalición de gobierno. Muchas de las facciones tampoco se ponen de acuerdo sobre las acciones contra las fuerzas estadounidenses.
(Reporte de Ahmed Rasheed y Timour Azhari en Bagdad; Escrito por Timour Azhari; Editado en Español por Ricardo Figueroa)