Por Padraic Halpin
DUBLÍN (Reuters) - Irlanda debe relajar sus estrictas leyes sobre el aborto y reemplazarlas por un régimen más respetuoso con los derechos de las mujeres, dijo el comisario de derechos humanos del Consejo de Europa.
Las normas de interrupción del embarazo en la católica Irlanda están entre las más restrictivas del mundo. Podría celebrarse un referéndum para ampliar el acceso si una asamblea ciudadana establecida por el Gobierno lo recomienda en una decisión que previsiblemente llegará el mes que viene.
En la actualidad, las técnicas abortivas solo están permitidas en caso de que la vida de la madre esté en peligro, después de que una prohibición total fuese suprimida en 2013, una provisión que según el comisario Nils Muiznieks tiene un efecto "amedrantador" sobre los médicos, que deben decidir quién cumple con estos restrictivos requisitos.
El Consejo, que no forma parte de la Unión Europea, es un órgano paneuropeo que se ocupa principalmente de los derechos humanos en la región.
"Es un régimen injusto porque realmente no afecta al número de abortos. Si una mujer tiene medios para viajar, lo hará, lo cual deja a las mujeres más pobres a su suerte en Irlanda", dijo Muiznieks a Reuters en una entrevista telefónica.
Esto profundiza las desigualdades sociales y a menudo lleva a procedimientos traumáticos y clandestinos, dijo Muiznieks en un informe de derechos humanos que abarca una serie de cuestiones relativas a los derechos humanos en Irlanda.
"Culturalmente, políticamente, socialmente, Irlanda ha cambiado de forma significativa y creo que esto no se refleja en el régimen vigente", añadió.
Muiznieks se unió al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en la recomendación de que, como mínimo, el Gobierno irlandés debería despenalizar el aborto y ampliar la ley para que se permita en casos de anomalía fetal incompatible con la vida, violación o incesto.
En una carta en respuesta a las recomendaciones, el Gobierno irlandés dijo que las leyes actuales no impiden que un médico se comunique de forma normal en relación con la atención de un paciente.
El informe también era crítico con la gestión gubernamental de los abusos en el pasado a mujeres y menores en instituciones dirigidas por la Iglesia, diciendo que las investigaciones de los diferentes casos han sido inconsistentes y las reparaciones propuestas a las víctimas, inadecuadas.
Estas afirmaciones llegan después de que Irlanda dijese que va a ampliar las investigaciones a los llamados "hogares madre e hijo" -una de las tres áreas en las que el informe identificaba deficiencias- tras el descubrimiento este mes de restos de bebés de entre cero y tres años en las alcantarillas de uno de estos hogares.
Si bien la Iglesia católica gestionó muchos de los servicios sociales del país a lo largo del siglo XX, lo hizo con fondos públicos. El informe mostró preocupación por que, en la mayoría de los casos, la rendición de cuentas del Estado "no ha sido aceptada por completo, si acaso se ha hecho en parte".
La respuesta del Gobierno no menciona específicamente a los "hogares madre e hijo", pero dice que las autoridades prestarán cuidadosa atención a las recomendaciones.
"El enfoque del Gobierno hasta ahora ha sido bastante 'ad-hoc'. La gente ha esperado durante mucho tiempo, si lo vas a hacer, hazlo bien. Estamos hablando de violaciones de derechos humanos bastante serias", dijo Muiznieks.
"El Gobierno no puede lavarse las manos respecto de las violaciones de derechos humanos que tuvieron lugar. Es muy incómodo tener un espejo frente a ti, pero la única vía para seguir adelante es hacer justicia".