Por Dan Williams
KIBUTZ TZUBA, Israel, 17 abr (Reuters) - Israel está haciendo frente a la escasez de mascarillas quirúrgicas desechables durante la crisis del coronavirus mediante la producción en masa de versiones lavables de tamaño adecuado para todo el mundo, desde niños hasta hombres barbudos que no se afeitan debido a su religión.
Como parte de la intensificación de las precauciones contra el virus, el Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu obligó el domingo a los israelíes a cubrirse la boca y la nariz en público.
Sin embargo, la crisis mundial de material sanitario ha hecho que las mascarillas de un solo uso sean escasas o excesivamente caras. Después de enviar espías del Mossad a buscar suministros en el extranjero y permitir a los israelíes optar por bufandas u otras mascarillas improvisadas, el Gobierno recurrió a las técnicas locales.
El resultado es una máscara hecha de algodón de alta densidad similar al material de las sábanas, que puede ser desinfectada con un ciclo de lavado de 60 grados centígrados y reutilizada, en un principio, durante semanas.
Unos 10 talleres —algunos en cárceles— han fabricado en turnos de 24 horas el primer millón de mascarillas para los servicios de emergencia y los grupos de riesgo, dijo Amit Ben-Kish, director del proyecto patrocinado por los ministerios de Salud y Defensa.
Aunque el Estado cubrió ese coste inicial, el plan es producir más mascarillas para venderlas en tiendas a unos 2 dólares cada una.
"Cada mascarilla puede ser utilizada decenas de veces. Comprando cinco mascarillas por menos de 10 dólares, tienes para varios meses", dice Ben-Kish en una fábrica del kibutz Tzuba, entre Jerusalén y Tel Aviv.
La protección que dan estas mascarillas es comparable a la de las máscaras quirúrgicas de papel: más que las de tela, menos que las de los respiradores con filtro N95.
(escrito por Dan Williams; traducido por Tomás Cobos)