Por Mohammed Salem, Nidal al-Mughrabi y Anthony Deutsch
GAZA/LA HAYA, 11 ene (Reuters) -Benjamin Netanyahu tachó el jueves de "hipocresía y mentiras" la denuncia de Sudáfrica contra Israel por genocidio en Gaza, mientras algunos gazatíes regresaban a un páramo de escombros en el norte del enclave, donde las fuerzas israelíes han comenzado a retirarse.
Tres meses de bombardeos israelíes han arrasado gran parte del enclave costero, matando a más de 23.000 personas y expulsando de sus hogares a casi toda la población de 2,3 millones de palestinos.
El bloqueo israelí ha restringido drásticamente el suministro de alimentos, combustible y medicinas, creando lo que Naciones Unidas califica de catástrofe humanitaria.
Israel dice que su único medio para defenderse es erradicar a Hamás, el grupo islamista que gobierna Gaza, cuyos combatientes irrumpieron en comunidades israelíes el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y capturando a 240 rehenes.
Israel culpa a Hamás de todos los daños posteriores a civiles palestinos por operar entre ellos, lo que los combatientes niegan.
El caso, presentado por Sudáfrica ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya, acusa a Israel de violar la convención sobre genocidio de 1948, promulgada tras el asesinato masivo de judíos en el Holocausto, que obliga a todos los países a garantizar que tales crímenes no se repitan.
"Israel tiene una intención genocida contra los palestinos de Gaza", dijo ante el tribunal de La Haya Tembeka Ngcukaitobi, abogado del Tribunal Supremo de Sudáfrica. "La intención de destruir Gaza se ha alimentado al más alto nivel del Estado", agregó.
Sudáfrica solicitó al tribunal una orden preliminar para exigir a Israel que cese ya los combates, mientras el tribunal examina el fondo del asunto en los próximos meses.
En una enérgica respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que "la hipocresía de Sudáfrica clama al cielo".
"Estamos luchando contra terroristas, estamos luchando contra mentiras (...) Hoy hemos visto un mundo al revés. Israel es acusado de genocidio mientras lucha contra el genocidio", dijo Netanyahu, que preside una coalición de gobierno nacionalista religiosa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores israelí acusó a Sudáfrica de "funcionar como brazo legal de la organización terrorista Hamás" en un caso construido sobre "afirmaciones falsas y sin fundamento".
Los palestinos dijeron que esperaban que el tribunal pusiera fin a la guerra. En Rafah, en el sur de Gaza, donde los cadáveres de los miembros de la familia al-Arjany asesinados durante la noche yacían en el exterior de un depósito de cadáveres, el vecino Khamis Kelab recogió al más pequeño de los tres niños envueltos en sudarios y acunó al bebé muerto.
"A la CIJ: ¿qué culpa tiene este bebé? ¿Qué ha hecho esta niña? ¿Qué delito ha cometido? ¿Era una terrorista? ¿Este bebé disparó cohetes?", dijo.
"Estaba dentro de una tienda de campaña, en el frío glacial, fue alcanzada por un ataque, este bebé sólo tiene unos días, gente".
El caso revela una marcada polarización internacional. Varios países occidentales se unieron a Washington para calificar de injustificadas las acusaciones de genocidio contra Israel, sobre todo teniendo en cuenta la crueldad de los ataques de Hamás que precipitaron la guerra.
Sin embargo, algunos países, entre ellos Brasil, apoyaron a Sudáfrica, cuyo presidente, Cyril Ramaphosa, declaró que su país se había visto impulsado a presentar la demanda por "la matanza que está sufriendo la población de Gaza" y por la propia historia de apartheid de Sudáfrica.
"Todas las casas que ves están destruidas, total o parcialmente", dijo.
"Ahora estamos en el antiguo cementerio de Tuffah, que tiene más de 100 años. Todas esas tumbas fueron exhumadas, fueron arrolladas por las excavadoras y los tanques israelíes. La gente está viniendo de varias zonas de la ciudad de Gaza para buscar los cuerpos de sus hijos"
Aunque Washington ha respaldado la campaña militar de Israel por considerarla justificada por su derecho a la autodefensa, también ha pedido a su aliado que reduzca la guerra, haga más por proteger a los civiles y mantenga la esperanza de un futuro Estado palestino independiente.
Esta semana, el Secretario de Estado Antony Blinken visitó la región, reuniéndose con funcionarios israelíes y palestinos y con dirigentes de los Estados árabes vecinos, defendiendo la campaña de Israel para erradicar a Hamás, pero presionando para que trabaje con la Autoridad Palestina (AP), que reconoce a Israel.
Ofrecer una vía hacia un Estado palestino es la mejor manera de estabilizar la región en su conjunto y aislar a Irán y sus aliados, declaró durante una visita a Egipto.
(Información de Mohammed Salem en Rafah, Gaza; Nidal al-Mughrabi en Qatar; Dan Williams y Henriette Chacar en Jerusalén; Anthony Deutsch en La Haya; redactado por Peter Graff; editado en español por Tomás Cobos, Juana Casas y Javier López de Lérida)