Por Angelo Amante
CATANIA, Italia (Reuters) - Italia comenzó a desembarcar el sábado a 150 inmigrantes de un barco de rescate que lleva cinco días atracado en un puerto siciliano, poniendo fin a un amargo pulso entre el gobierno antisistema de Roma y sus socios en la Unión Europea.
Los inmigrantes, procedentes en su mayoría de Eritrea, llevan varados en el puerto de Catania desde el lunes, ante la negativa del gobierno italiano de permitirles que abandonen la embarcación hasta que otras naciones de la UE accedan a acoger a algunos de ellos.
El ministro del Interior, Matteo Salvini, dijo que Albania se ofreció a recibir a 20 inmigrantes e Irlanda entre 20 y 25, mientras que el resto sería alojado por la Iglesia Católica "a costo cero" para el contribuyente italiano.
"La Iglesia ha abierto su corazón y su billetera", afirmó Salvini, del partido derechista Liga, a sus seguidores en una concentración en Pinzolo, en el norte del país.
Salvini, que lidera una popular ofensiva contra la inmigración desde que el gobierno asumió el cargo en junio, anunció también que está siendo investigado por un fiscal siciliano por abuso del cargo, secuestro y arresto ilegal.
"Es una desgracia ser investigado por defender los derechos de los italianos", comentó.
Con anterioridad el sábado, Naciones Unidas había instado a que todas las partes entraran en razón, después de que un encuentro en la víspera con los enviados de 10 países de la UE en Bruselas no logró desbloquear la situación.
"La gente asustada que podría necesitar protección internacional no debería quedar atrapada por la vorágine de la política", dijo la agencia para los refugiados ACNUR en un comunicado.
Asimismo, apeló a los estados miembros de la UE para que ofrecieran "de forma urgente" lugares para recolocar a las personas rescatadas, en línea con un acuerdo sellado en una cumbre de la UE en junio, al tiempo que pidió a Italia que permitiera "el desembarco inmediato de los que están a bordo".
Roma se ha negado a dar marcha atrás a su postura, a pesar de las críticas de grupos de derechos humanos y de la oposición. Salvini aseguró que considera los ataques recibidos como un "emblema de honor".
El primer ministro, Giuseppe Conte, atacó a la UE por su falta de apoyo e indicó que Italia podría negarse a respaldar el presupuesto multianual del bloque, actualmente bajo discusión.
Según dijo en Facebook (NASDAQ:FB), el encuentro del viernes en Bruselas fue "una derrota para Europa" y "una clara violación del espíritu de solidaridad", que debería ser un principio fundamental del bloque.
Antes del avance logrado en la noche del martes, un grupo de doctores ordenó que 13 inmigrantes -siete mujeres y seis hombres- abandonaran el buque Diciotti tras someterlos a exámenes.
Finalmente salieron uno a uno, cerca de seis horas después, tocando tierra firme por vez primera desde que partieron de Libia al menos hace 10 días. Los 13 fueron trasladados en ambulancia hasta el hospital Garibaldi de Catania.
Medios italianos reportaron que entre ellos hay tres supuestos casos de tuberculosis y dos posibles de neumonía. Funcionarios médicos en el lugar no lo confirmaron.
El Ministerio del Interior dijo que el resto de inmigrantes desembarcará durante la noche y serán conducidos a un centro de recepción en la ciudad siciliana de Messina, antes de ser distribuidos a varias diócesis, así como Irlanda y Albania.
(Escrito por Gavin Jones; información adicional de Padraic Halpin en Dublín; editado en español por Carlos Serrano)