HONG KONG, 11 dic (Reuters) - El activista prodemocracia de Hong Kong y magnate de los medios de comunicación Jimmy Lai, de 73 años, ha sido acusado en el marco de la ley de seguridad nacional de la ciudad por presunta colusión con fuerzas extranjeras, informó su periódico Apple (NASDAQ:AAPL) Daily el viernes, citando una fuente policial.
Lai, un ardiente crítico de Pekín, sería la persona de más alto perfil imputada bajo la nueva ley impuesta a la ciudad gobernada por China el pasado junio.
El magnate deberá comparecer ante el tribunal el sábado, según el Apple Daily, un popular tabloide conocido por su cobertura combativa y crítica de China y Hong Kong.
La ley de seguridad, que castiga lo que Pekín define ampliamente como secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras con penas que van hasta la cadena perpetua, ha sido denunciada por Occidente y grupos de derechos humanos como una herramienta para aplastar la disidencia en la ciudad semiautónoma gobernada por China.
Las autoridades de Hong Kong y Pekín dicen que es vital tapar los agujeros en las defensas de seguridad nacional expuestos durante meses de protestas antigubernamentales y antichinas a veces violentas que sacudieron el centro financiero mundial durante el último año.
La policía de Hong Kong no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El magnate de los medios de comunicación es uno de los activistas democráticos más prominentes del centro financiero y su grupo Next (LON:NXT) Media está considerado como uno de los bastiones clave que quedan de la libertad de los medios de comunicación en Hong Kong.
Las tensiones entre China y Estados Unidos se han intensificado en las últimas semanas, ya que Washington acusa a Pekín de utilizar la ley de seguridad para pisotear las amplias libertades garantizadas cuando la antigua colonia británica volvió al dominio chino en 1997.
(Información de Twinnie Siu y Greg Torode en Hong Kong; escrito por Anne Marie Roantree; editado por Sam Holmes, Lincoln Feast y Michael Perry, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)